A solo horas del ataque perpetrado por un carro en Barcelona, España, que mató al menos a 13 personas e hirió a otra docena de personas, el presidente Trump lo llamó “terror”.
Él tuiteó: “Estados Unidos condena el ataque terrorista en Barcelona, España, y hará todo lo que sea necesario para ayudar. ¡San duros y fuertes, los queremos!”
Sin embargo, en una conferencia de prensa tres días después de un episodio similar en Charlottesville, Virginia, donde un supuesto simpatizante nazi condujo un coche contra una multitud que protestaba en contra, matando a uno e hiriendo a 19, el presidente no asignaría la misma etiqueta.
“¿Fue esto terrorismo?”, preguntó el martes un periodista.
“Bueno, creo que para el conductor del coche es una desgracia, para su familia y para este país”, respondió Trump, “y eso es – puede llamarlo terrorismo, puede llamarlo asesinato, puede llamarlo como quiera”.
En el momento de la conferencia de prensa, el nombre y la ideología del conductor de Charlottesville, James Alex Fields Jr., eran conocidos. En el momento en que Trump tuiteó sobre Barcelona, los detalles sobre el conductor no se habían dado a conocer por la policía, aunque es posible que el presidente haya tenido acceso a más información que el público.
Los partidarios del Estado islámico celebraron el ataque de Barcelona, pero el grupo no asumió inmediatamente la responsabilidad, según SITE Intelligence Group, que monitorea la actividad extremista. (Posteriormente, “la agencia de noticias Amaq dijo que el ataque fue llevado a cabo por “soldados del Estado Islámico”, según SITE).
Recordemos que Trump afirmó el martes que le gusta ser cauteloso al comentar sobre un incidente violento.
“Antes de hacer una declaración, necesito los hechos”, dijo. “No quiero precipitarme en una declaración”.
Para cuando Trump tuiteó el jueves, la policía de Barcelona había calificado el ataque como un acto de terrorismo. El lenguaje del presidente era consistente con el de otros funcionarios.
Pero Trump rechazó seguir una guía similar sobre el ataque de Charlottesville. Un día antes de la conferencia de prensa del presidente, el secretario de Justicia Jeff Sessions había dicho en entrevista con ABC News que “cumple con la definición de terrorismo interno en nuestro estatuto”. Incluso antes de eso, el consejero de seguridad nacional de Trump, H.R. McMaster, había usado la etiqueta de terrorismo, al igual que otros republicanos, como el senador Ted Cruz, republicano de Texas.
Trump todavía no ha calificado de terrorista el ataque de Charlottesville. En cambio, ha achacado la culpa de la violencia a “ambos bandos” – supremacistas blancos y contraprotestantes.
El presidente ha pasado gran parte de la semana sumido en la controversia por su respuesta al ataque mortal en Charlottesville. La velocidad con la que puso el calificativo de terrorismo a lo que sucedió en Barcelona fue sorprendente, como un punto de comparación, y probablemente no ayudará a su esfuerzo para sacudir esa crítica.
