








Un grupo de salvadoreños se reunió el miércoles 5 en la sede de CASA de Maryland para agradecer el trabajo de Celia Medrano, cónsul general de El Salvador, quien fue trasladada a otro cargo en su país, luego de desempeñarse aquí por 2 años y medio.
Las lágrimas, abrazos y palabras de afecto surgieron entre los participantes quienes dijeron que “no querían que se fuera porque nunca nadie había hecho tanto por los salvadoreños del área ni por el consulado”.
Entre la comunidad, los rumores de que Medrano había sido destituida de su cargo corrieron desde el viernes 30. Muchos se indignaron.
Ese mismo día, la Cancillería de El Salvador informó que Medrano ocuparía el cargo de Directora de Protección de Derechos Humanos y Gestión Humanitaria del Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Desde su nueva función, coordinará los servicios de protección que toda la red consular salvadoreña brinda a su población en el mundo, incluyendo los diferentes países de tránsito y destino que reciben población salvadoreña”, citó Cancillería.
Francisco Altschul, embajador de El Salvador, dijo a El Tiempo Latino que “reconocemos el excelente trabajo que realizó la cónsul y en ningún momento se ha cuestionado su desempeño”. “La comunidad tiene derecho a expresar su sentir, pero esto nunca se trató de una destitución”, expresó.
Y agregó que este traslado ya se venía hablando desde hacía unos tres meses.
Sobre el sucesor, Altschul dijo que “se está buscando al más calificado y se anunciará en el momento oportuno”.
“Asumo el traslado con disciplina. Gracias por permitirme ser parte de esta maravillosa comunidad y por esta cálida despedida”, expresó la cónsul.
“La persona que venga debe ser alguien capaz de unir a todos sin importar religión o partido político. El consulado es de todos”, añadió Medrano.
Dora Escobar, dueña de la cadena de tiendas de envíos La Chiquita Express, dijo no estar de acuerdo con esta decisión. “El Gobierno nos está quitando a una mujer honesta, eficiente y entregada a su trabajo. Es una gran pérdida”.
“Es una tristeza aunque sea un traslado, nos molesta el apuro con el que se hicieron las cosas”, comentó Jackie Reyes, de la oficina del concejal Jim Graham de DC. “La cónsul ha dejado una huella bien grande aquí. Es una gran mujer, alguien muy humilde que siempre estuvo pendiente de las necesidades de las personas”, agregó Reyes.
Escobar enfatizó que “esto es una falta de respeto hacia la cónsul. Celia es la que más pasaportes ha hecho”.
Según informes oficiales del consulado salvadoreño, el número de pasaportes expedidos aumentó de 6.890 —entre enero y julio de 2009— a 10.583 en el mismo periodo durante 2012.
Medrano explicó que este incremento se debe a que durante su gestión creó una red de voluntarios que ayudaron a agilizar el proceso, además de la implementación del servicio de citas previas.
“El trabajo aquí ha sido intenso. Largas jornadas de 6 am a 9 pm y con un equipo de 10 personas no se puede sacar todo el trabajo”, explicó Medrano. “Al consulado llegan entre 150 y 200 personas diarias que necesitan ayuda y buen trato y esa es otra de las áreas que también se han mejorado”, añadió Medrano.
Herbert Quiñonez, colaborador en la mesa de desarrollo de educación en el consulado, explicó que trabajar con la cónsul fue una experiencia muy edificadora.
“Ella tuvo una visión diferente de ayudar a todos los salvadoreños trabajando directamente con todos”, dijo Quiñonez. “Ser cónsul no es venir a llenar una oficina, es venir a servir a la comunidad”, añadió.
A la empresaria Rosibel Arbaiza, miembro de la junta directiva de Fiesta DC, la noticia de la partida de la cónsul la tomó por sorpresa.
“No lo podía creer cuando me enteré”, contó Arbaiza con los ojos llenos de lágrimas. “Espero que la persona que venga sea alguien que tenga las puertas abiertas porque nuestra comunidad es muy grande y necesita de mucho”, concluyó.