WASHINGTON— Domingo 21, de julio, en busca de atraer renovada atención hacia la economía, el presidente Barack Obama regresará esta semana a una universidad de Illinois en la que alguna vez esbozó una visión para una clase media ampliada y fortalecida cuando era senador, mucho antes de que la Gran Recesión pusiese a prueba su presidencia.
Sus palabras el miércoles 24, de julio en el Knox College en Galesburg, Illinois, serán las primeras en una nueva serie de discursos económicos que asesores de la Casa Blanca dicen que Obama planea pronunciar en las próximas semanas, antes de que venzan importantes plazos presupuestarios en el otoño. El nuevo año fiscal comienza en octubre de 2013, y el gobierno pronto alcanzará el tope de su capacidad de endeudamiento.
El discurso llega apenas una semana antes de que el Congreso parta a su receso de un mes y está diseñado para aumentar la presión de la opinión pública sobre los legisladores, con la esperanza de evitar nuevos enfrentamientos sobre impuestos y gastos como los que han caracterizado los debates presupuestarios previos.
Obama hablará de los esfuerzos para ampliar el sector manufacturero, ampliar la cobertura de salud, revitalizar el sector de la vivienda y aumentar las oportunidades educativas para niños en edad preescolar y estudiantes universitarios.
Promoverá además los beneficios económicos de una reforma a las leyes de inmigración.
La Casa Blanca está promoviendo el discurso como parte de una serie de mensajes económicos del presidente que comenzó en el Knox College en el 2005, cuando Obama estaba en su primer año en el Senado. Desde entonces, el mandatario ha buscado elevar el perfil de su agenda económica con discursos periódicos, incluido uno en la Universidad de Georgetown en Washington en el 2009 y otro en Osawatomie, Kansas, en el 2011.
El presidente hablará además el miércoles 24, de julio en la Universidad del Centro de Misurí en Warrensburg, en ese estado.
Obama está renovando su enfoque en la economía luego de que ha conseguido cierto éxito con el Senado, que aprobó una propuesta de reforma a las leyes que regulan la inmigración y destrabó un bloqueo contra varios nominados del presidente.
Eso refleja además la convicción en la Casa Blanca de que el gobierno ha conseguido vadear una serie de confrontaciones con el Congreso sobre el Servicio de Rentas Internas, el espionaje telefónico a estadounidenses y el ataque al consulado de Estados Unidos en la ciudad de Bengasi, Libia.
“El presidente considera que en gran medida Washington ha dejado de prestar atención al asunto más importante que enfrenta el país”, dijo el asesor presidencial Dan Pfeiffer el domingo 21, de julio por la noche en un mensaje enviado a la lista de correo electrónico público de la Casa Blanca.
“En lugar de hablar sobre cómo ayudar a la clase media, demasiada gente en el Congreso está tratando de anotarse puntos políticos, volver a pelear viejas batallas e inventar escándalos falsos”, señaló.