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Dejan la fama y el glamour por Dios

Concierto

El dúo se presenta el 7 de septiembre en Arlington:

• El Grupo Latidos y la iglesia Comunidad Cristiana Renacer, parte de Columbia Baptist Church, realizan un concierto el sábado 7 de septiembre. Con el evento promocionan su más reciente producción discográfica “Volviendo a Casa”, con 12 composiciones de la autoría de Fernando Torrico.

• Dónde: Kenmore Middle School, 200 South Carling Spring Road, Arlington, VA.

• Hora: a las 7pm.

• Invitado especial: el catante salvadoreño de música cristiana, Ricardo Quinteros.

• Información y boletos: en el 703-868-8183.

Él formaba parte del grupo más famoso de música boliviana, los Kjarkas. Ella,  era una solista de éxito con varios discos grabados. Fernando Torrico y Gina Gil  se conocían de vista y gozaban de fama en su natal Bolivia. Pero la vida les dio  un giro radical y los unió en Estados Unidos con un sólo propósito: dejar todo, empezar de nuevo y “seguir a Cristo”.

Hoy son esposos, forman el Grupo Latidos y le cantan a Dios. Acaban de sacar su  tercer disco “Volviendo a Casa”, que estrenarán con un concierto el sábado 7 de  septiembre en Arlington, Virginia y promocionarán en Sudamérica con una gira en  octubre. “La forma cómo Dios trabajó con cada uno de nosotros, para luego unirnos fue  increíble, de una manera sobrenatural”, manifestó Gil durante una entrevista con  El Tiempo Latino.

La cantante, oriunda de la región de Beni, había integrado grandes grupos  musicales del género pop, balada y salsa. En 1995 se lanzó como solista con su  primer CD “Sin Fronteras”, al que le siguieron cinco discos más.

Hasta que en 2004, cuando se recibió de abogada, decidió emigrar a Estados  Unidos para “crecer artísticamente”. “Eso es lo que yo decía sin darme cuenta de  lo difícil y competitivo que era el mundo de la música para los artistas  hispanos aquí, y sin percatarme de que Dios tenía otros planes para mí “,  señaló.

Gil gozaba de fama, pero ésta le había cobrado una factura muy grande. “Mi vida  privada estaba deshecha”, dijo al contar que con lágrimas dejó a sus tres hijos  ya adolescentes para empezar de nuevo.

Por su parte, Torrico – quien había conocido la grandeza del éxito, desde muy  niño, luego con el dúo Tupay y más tarde con los ˚Kjarkas- llegó también en 2004  a Texas.

Al igual que Gil, tenía una vida familiar “destrozada”. “Yo supe lo que  era tener todo, y perderlo por mis propias acciones. También supe lo que fue  vivir sin nada”, señaló al recordar que después de haber vivido con grandes  lujos,  viajado por casi todo el mundo, y ser ovacionado en grandes auditorios,  llegó a Virginia con uno de sus cinco hijos, una maleta, su guitarra y sólo $150  en el bolsillo. “En ese entonces no entendía el por qué de las cosas… Más  tarde lo vi claramente. Dios me tenía que humillar para crecer como persona,  hacerme volver a él y usarme en sus propósitos. Aún está trabajando en mí, con  todas mis imperfecciones”, relató al señalar que se identifica “tanto” con la  Parábola del Hijo Pródigo.  Estando en Virginia, Torrico y Gil coincidieron en 2005, en una presentación en  un restaurante.

Con un pasado muy parecido y los mismos sueños, empezaron una  relación musical y sentimental. “Pero ya Dios estaba tocando nuestras vidas”  dijo Torrico.

Ambos dicen que “se entregaron a Cristo”,  se  casaron  y -en un proceso que  todavía sigue –  dejaron su pasado y fama para dárselo a Dios. En noviembre de 2007 fundan Latidos “que simboliza los primeros síntomas de un  embarazo. Quisimos ponerle así porque ‘nacimos de nuevo en Cristo’ para empezar  otra vez”, afirmó Gil.

Torrico agregó “el artista que teníamos dentro fue muriendo y fue naciendo un  adorador… Ya no son nuestras emociones las que escriben sino el Espíritu  Santo”.