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Una guitarra española con solera

Son más de 5 décadas viviendo en Silver Spring, Maryland. Y es toda una vida consagrada al arte de la guitarra flamenca —aunque en su discografía cuenta con varias incursiones en la música clásica. Pero su pasión ha sido siempre la guitarra española.

“La guitarra me ha abierto muchas puertas, desde el mundo cultural al diplomático e internacional”, dijo Zamora a El Tiempo Latino.

Este músico, enamorado de la vida, ha tocado ante todo tipo de audiencias —incluyendo los reyes de España— y en todo tipo de ambientes. En su rica y dilatada experiencia en el área metropolitana de Washington, Zamora ha sido dueño de un restaurante, estrella de conciertos y maestro de jóvenes y no tan jóvenes promesas. Hoy sigue, en su casa de Silver Spring, dando clases de guitarra y organizando una fiesta anual que congrega a sus amigos: una audiencia internacional a la que sigue asombrando con su arte.

Mucho ha llovido desde que en 1962 viajó en barco a Nueva York acompañado de quien sería su “esposa gringa”. Dejaba entonces Luxemburgo —donde había alcanzado fama con la ayuda de la familia Caillard—, como antes había dejado una España sumida en la pobreza durante los años posteriores a la guerra civil.

Hoy entrar en su casa de Silver Spring es como entrar en un museo de la nostalgia y el sabor español.

“Por fuera es una casa americana normal, pero por dentro tengo todos los recuerdos de España, incluyendo una bandera andaluza y otra republicana”, dijo Zamora quien, hace unos años, escribió sus memorias en el libro “El Cortijo” que vende a quien se lo quiera comprar llamándole al 301-587-2266.

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