El niño Charlie Hoz, de 11 años y estudiante del quinto grado, no pudo contener las lágrimas luego de dar su testimonio el lunes 9 en el edificio Rayburn del Congreso sobre la separación familiar que ha enfrentado por las disfuncionales leyes de inmigración de Estados Unidos.
“Soy ciudadano de Estados Unidos nacido en Florida y el menor de 5 hijos. Mi hermano mayor, mi hermana y mi mamá y papá son indocumentados. El año pasado mi papá fue deportado” a México, indicó.
“Pido al Congreso que deje de deportar a la gente y que apruebe una nueva ley de inmigración para que deje de separar a las familias”, recalcó el menor.
Hoz es uno de los más de 6 mil niños de familias inmigrantes de todo el país que escribieron cartas a los congresistas para lograr que la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, apruebe una vía a la legalización de unos 11 milones de indocumentados, como ya lo hizo el Senado, bajo el control de los demócratas.
En su misiva, Hoz manifestó que incluso ha pensado en suicidarse porque “es triste que cosas malas ocurran a gente buena” y que está “enojado” con el Congreso y con el presidente Barack Obama porque tiene el poder ejecutivo de frenar las deportaciones.
En una representación teatral que incluyó momentos jocosos, un activista representó al personaje “Grinch” que relacionaron con el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner (R-OH) que les sellaba como “denegada” su petición para una reforma migratoria y la reunificación familiar. Otros niños que compartieron sus testimonios fueron los gemelos mexicanos Ángel y Javier Ortega, quienes lamentaron la deportación de su madre a México hace tres años. Asimismo, a los niños ciudadanos estadounidenses Christian Arroyo, de 8 años, quien tiene el temor a la deportación de su padre; Nashali de la Rosa, que tiene a ambos padres indocumentados; y Bryan D., cuyo padre indocumentado recibió recientemente un permiso de trabajo.
Una de las organizadoras de la campaña “We Belong Together”, Pramila Jayapal, advirtió sobre el “alto costo” de la inacción del Congreso en los menores de edad.
Un informe titulado “El costo de la inacción. Por qué los niños no pueden esperar por la reforma migratoria”, elaborado por las organizaciones First Focus y Center for the Children of Immigrants en octubre pasado indicó que en la actualidad casi las dos terceras partes de los inmigrantes indocumentados han vivido en Estados Unidos por lo menos más de diez años y casi la mitad son padres de menores de edad. Indicó que entre julio de 2010 y septiembre de 2012, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) emitió 204,810 órdenes de deportación a padres inmigrantes con hijos ciudadanos estadounidenses, que representaron casi la cuarta parte de las deportaciones en ese período. El informe citó un análisis de la entidad Human Impact Partners (HIP) que calculó que más de 152.000 niños ciudadanos estadounidenses sufrieron el impacto de la deportación de uno de sus padres solamente en 2012.