Activistas que sostuvieron ayunos prolongados en las semanas pasadas para lograr que el Congreso apruebe una reforma migratoria que permita la legalización de 11,7 millones de indocumentados, coincidieron en afirmar que su sacrificio ha rendido resultados pero aún así reiteraron su compromiso de continuar con su lucha en 2014.
El dirigente gremial Eliseo Medina, que ayunó por 22 días por la reforma migratoria en una carpa frente al Congreso en el Mall de Washington, tuvo palabras de elogio para el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, el republicano Bob Goodlatte, que ahora considera a la reforma como una prioridad. En una actividad el 12 de diciembre para concluir un mes de ayunos de distintas personalidades en la carpa, que contó con la presencia de congresistas y líderes cívicos, Medina afirmó sin embargo que para que “el arroz se cocine, hay que seguir echándoles lumbre” con más actos de presión.
De manera similar, el pastor evangélico Samuel Rodríguez, que concluyó el viernes 13 un ayuno de 40 días, destacó la decisión del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, de contratar como asesora a Rebecca Tallent, que antes trabajó con el senador republicano de Arizona, John McCain, y es una defensora de la reforma migratoria. “Ha habido un cambio de corazón, un cambio de perspectiva”, dijo Rodríguez a El Tiempo Latino el martes 17.
El Senado, bajo el control de los demócratas, aprobó en junio pasado un proyecto de ley que permite el camino a la ciudadanía a millones de indocumentados, pero la Cámara de Representantes, con mayoría republicana, se ha resistido por la presión de sectores conservadores que se oponen a un cambio a las leyes de inmigración.
Luego del acuerdo sobre el presupuesto, la reforma migratoria “ha pasado a ser la prioridad para el Congreso” que podría aprobar una reforma entre abril y junio, afirmó Rodríguez, que no descartó una huelga de hambre indefinida en caso de que los esfuerzos no prosperen en la mitad de 2014.
Además, anunció, haciendo eco a esfuerzos similares de distintos grupos en todo el país, que en enero su movimiento evangélico lanzará “otra etapa de ayuno y oración, que es un activismo profético”, en el que se espera que se unan 100.000 personas a nivel nacional.
Legisladores como John Kennedy (D-MA), la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi y John Lewis (D-GA), entre otros, también expresaron su solidaridad con la causa de la inmigración.
“La historia no será amable con nosotros como pueblo y como nación a menos que hagamos lo correcto, lo que es justo”, apuntó Lewis, considerado como un héroe del movimiento de los derechos civiles.
Entre tanto, los jóvenes “dreamers” o “soñadores, como se denomina a los que llegaron sin papeles de niños también han expresado su determinación de continuar con su activismo, a pesar de que se han beneficiado del programa DACA, que son las siglas en inglés de una acción diferida a sus casos de deportación.
Uno de ellos es el “dreamer” Cristian Ávila, que al igual que Medina y el activista Dae Joong Yoon, ayunó por 22 días en la carpa en Washington. “Soy un soñador que no ha parado de soñar, y seguiré luchando” hasta lograr una reforma migratoria y el cese de las deportaciones, puntualizó Ávila en un acto el 12 de diciembre.
“Cada acción, cada oración, cada lágrima es otra razón para seguir adelante. Ya ganamos en el Senado, ya ganamos en el corazón de la gente y ahora es tiempo de ganar en el Congreso”, recalcó.