Mientras el movimiento pro inmigrante diseña su estrategia de presión al Congreso para 2014 por la legalización de millones de indocumentados, los resultados de las movilizaciones, como la carpa que permaneció por un mes frente al Capitolio y fue desmontada el jueves 12, aparentemente están rindiendo sus frutos.
Tanto el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, como el presidente del Comité Judicial de esa cámara, Bob Goodlatte, han dado señales de que el asunto será una prioridad. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo el martes 17 que percibe “algunos destellos de esperanza” en la cooperación bipartidista en una serie de asuntos, incluyendo el tema de inmigración.
Sin embargo, la presión no solamente está sobre el Congreso, sino sobre el presidente Barack Obama, para que frene las deportaciones récord durante su gobierno que han llegado a 2 millones. La directora de la organización juvenil United We Dream, Cristina Jiménez, elogió comentarios recientes a la prensa por parte de la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien afirmó que no ve “ninguna razón” para que se deporte a personas sólo por no tener papeles. “Mientras continuamos presionando al Congreso para que ofrezca una solución permanente, no dejaremos que el presidente Obama se salga con la suya al deportar a personas como Ardany (Rosales Lemus) que fue detenido por una infracción menor de tránsito y fue deportado el viernes (13 de diciembre), alejado de su esposa e hijos, incluyendo a un recién nacido que nunca conoció”, contó Pelosi. Por su parte, el presidente de la American Conservative Union, Al Cárdenas, se mostró animado por “la actividad positiva en la Cámara de Representantes sobre una reforma migratoria conservadora”.
Un informe del Pew Hispanic Center divulgado el jueves 19 indicó que el 55 por ciento de los latinos considera que lo más importante es un alivio a sus casos de deportación, en contraste con el 35 por ciento cuya prioridad es la ciudadanía. Esos resultados pueden ayudar a lograr acuerdos en 2014, según los activistas.