Minutos antes de la entrega de premios de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) la noche del miércoles 26 en el edificio Ronald Reagan en Washington, dos grandes líderes se dieron un abrazo fraternal. Ellos son el dirigente gremial Eliseo Medina, que el año pasado realizó un ayuno prolongado por la reforma migratoria, y el secretario de Trabajo, Tom Pérez, el latino de más alto rango en la administración del presidente Barack Obama.
Aliados en muchas batallas por los derechos civiles, ambos coinciden en la necesidad de una legalización que saque de las sombras a unos 11 millones de indocumentados, para lo cual se requiere la acción del Congreso.
“La esperanza muere al último. Lo que creo es que la política es como una montaña rusa. Una cosa que estoy convencido es que va a haber reforma migratoria”, puntualizó Medina en una entrevista con El Tiempo Latino.
“¿Cuándo? Ese es el detalle y la única forma que podemos lograrlo es que continuemos echando leña a la lumbre” mediante diversas acciones, recalcó Medina, que a partir del lunes 3 de marzo iniciará un recorrido en bus por varios estados para concientizar sobre el tema de inmigración.
Pérez sostuvo por su parte que “cuando estoy con gigantes como Eliseo Medina, ellos son los líderes. Yo tengo una oportunidad de mejorar la situación de la comunidad trabajadora y cada día tengo que esforzarme duro para lograrlo”.
“Vamos a aprobar la reforma migratoria, vamos a aprobar el aumento del salario mínimo, vamos a hacer mucho para mejorar la oportunidad de trabajo para todos, incluyendo a los latinos”, recalcó Pérez.
El secretario de Trabajo destacó, por otro lado, el creciente número de personas inscritas en la nueva ley de salud conocida como Obamacare.
El optimismo por la reforma migratoria se debe a que el pueblo estadounidense “entiende muy bien que debemos aprobarla”, incluyendo los empresarios en todo el país que valoran los beneficios económicos de la inmigración, subrayó.
La senadora estatal de Texas, Leticia Van de Putte, de origen mexicano, también premiada por LULAC junto con Pérez y Medina, calificó el reconocimiento como “algo muy valioso”.
“Procedo de seis generaciones en Texas y soy nieta de una mujer que nació en Coahuila, y mi otra abuelita nació en Guadalajara; tengo mucho orgullo por el premio de LULAC”, que ha luchado por la igualdad para las personas de origen mexicano, puntualizó.
Además de la gala de premios, LULAC realizó el miércoles 26 una conferencia legislativa con la participación de expertos, legisladores y activistas que abordaron una variedad de temas, entre ellos la inmigración, el acceso equitativo a la educación y la salud.
También el uso de la tecnología como una herramienta para el desarrollo económico de los hispanos en Estados Unidos.