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Santiago David Távara

Activistas proinmigrantes cumplieron el domingo 9 de noviembre una semana de dieta líquida frente a la Casa Blanca.

Decenas de activistas se manifestaron el viernes 7 de noviembre frente a la Casa Blanca para pedir al presidente Barack Obama la emisión inmediata de una orden ejecutiva que ajuste la política de deportaciones.

La protesta ocurrió mientras Obama almorzaba con los líderes republicanos del Congreso que se instalará en enero, luego de los comicios del 4 de noviembre que fueron desfavorables para los demócratas, que perdieron el control del Senado.

“Obama no más palabras, urge acción ejecutiva” y “paren de deportar a nuestras familias” fueron algunas de las pancartas que los manifestantes enarbolaron en la primera protesta de grupos proinmigrantes organizan en ese lugar tras las elecciones legislativas del martes.

La activista mexicana Maya Ledezma dijo que “ya se le acabaron las excusas” y que es hora que el presidente emita una orden que “cobijen a la mayor cantidad de personas y protejan a la mayor cantidad de niños”.

“Hoy hemos venido aquí a decirle al presidente Obama que no tiene excusa para no tomar acción. Venimos a pedirle que considere esto como un amigo, como un hermano, como un vecino y como un padre de familia”, clamó Ledesma, mexicana que ha vivido nueve años y medio en Estados Unidos.

El mandatario ratificó el fin de semana su plan de emitir a fines de año una orden ejecutiva de alivio migratorio para la mayoría de los 11 millones de indocumentados, luego de varios retrasos.

En una entrevista con la cadena CBS el domingo 9 de noviembre, Obama se refirió a las advertencias de los republicanos que indican que una acción unilateral sobre inmigración podría “envenenar el pozo” sobre futuros esfuerzos bipartidistas para una reforma migratoria integral.

“El minuto que (los republicanos) aprueben un proyecto de ley que aborde los problemas de una reforma migratoria, lo promulgaré y eso reemplazará cualquier acción que yo tome”, anotó Obama. “Si es que se aprueba un proyecto, nadie va a estar más fácil que yo en firmarlo porque significa que será permanente y ya no temporal”, enfatizó.

El actual presidente de la Cámara de Representantes, el republicano por Ohio John Boehner, advirtió a Obama que la emisión de decretos migratorios equivaldría a jugar con cerillas.

“Se va a quemar si continúa así”, dijo Boehner, quien asistió al almuerzo del viernes en la Casa Blanca junto al próximo presidente del Senado, el republicano por Kentucky Mitch McConnell en un intento por definir la agenda de trabajo de los próximos dos años.

Gustavo Torres, director de la organización CASA de Maryland, dijo durante la protesta que su expectativa es que Obama asuma las medidas migratorias pese a las advertencias de los republicanos.

“Los que se van a quemar son ellos (los republicanos) si no actúan”, dijo. “La gente votó (el martes) sobre todo por cuestiones económicas pero en 2016 tenemos la oportunidad de cambiar ese mapa político. Para llegar a la Casa Blanca todo pasa por la comunidad latina”.

“La lucha por la reforma migratoria no parará hasta que se apruebe una reforma en el Congreso”, pues las orden ejecutiva de Obama podría anularla el próximo presidente en 2016, advirtió Torres.

Además de la protesta con pancartas y consignas, cinco mujeres cumplían el viernes el quinto día de dieta líquida en una plaza aledaña a la Casa Blanca para pedirle a Obama alivio migratorio.

“Nos quedaremos aquí de manera indefinida porque si nos movemos no nos van a cumplir”, dijo la peruana Lenka Mendoza, de la organización Dreamers Moms USA.

Se estima que al menos dos millones de personas han sido deportadas desde que Obama asumió el poder en 2009.

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