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Washington, 9 dic (EFEUSA).- Con dibujos y más de 4.000 cartas, miles de niños pidieron hoy a los líderes republicanos del Congreso una reforma migratoria integral que complete las acciones ejecutivas del presidente, Barack Obama, al que dirigieron palabras de cariño y agradecimiento.

La organización “We Belong Together” (“Estamos hechos para estar juntos”) se ha encargado de recoger 4.000 cartas de niños y niñas de diferentes partes de Estados Unidos y de hacer llegar a la Casa Blanca y al Congreso 400 de esas misivas.

El líder de la Cámara de Representantes, John Boehner; el futuro líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell; y el portavoz de la mayoría en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, son los líderes republicanos a los que los pequeños quieren comunicar sus deseos navideños, como si de Santa Claus se tratase.

Entre los niños que acudieron a la rueda de prensa para presentar la iniciativa estaba María José, una joven de 15 años que sufrió la deportación de su padre dos días antes de que Obama anunciara sus medidas migratorias, de las que se habría beneficiado.

Obama anunció el pasado 21 de noviembre medidas que evitarán temporalmente la deportación de unos 5 millones de indocumentados, entre ellos padres de ciudadanos estadounidenses o de residentes permanentes.

“Lo único que pido a Obama y los republicanos es que nuestro padre esté con nosotros y la felicidad vuelva a nuestra casa”, dijo a Efe María José, que vive en Jacksonville (Florida) y que, como sus dos hermanos de 10 y 4 años, está recibiendo tratamiento psicológico para tratar de superar la separación.

El padre, José Ramón Muñoz Velasco, perdió su ojo izquierdo mientras trabajaba para una empresa de tejados y fue arrestado por las autoridades migratorias, que lo internaron en un centro de detención durante 17 meses.

“Espero que me ayuden a traer a mi padre de regreso, él de salud no está bien. Estamos muy preocupados”, relató la joven, visiblemente afectada.

María José muestra la cara más dura de una moneda, que otros niños han evitado gracias a las “importantes” medidas de alivio temporal del presidente, en palabras de la congresista demócrata por California, Zoe Lofgren.

“Me llamo Nashali tengo diez años y vivo en San Francisco. Quiero dar las gracias a Obama por su alivio migratorio que hizo que mi mamá pueda llevarme a la escuela con el coche tranquila y sin miedo a ser deportada”, dijo la pequeña, nacida en Estados Unidos, con su carta arrugada en la mano.

Su madre, María Hernández, no tenía una licencia de conducir al ser indocumentada y tenía miedo de que la policía pudiera pararla, ponerle una multa o incluso hacerla volver a México, de donde procede.

“Ahora, veinte años después he podido salir de las sombras”, dijo a Efe Hernández, quien prometió que la lucha no acabará hasta que los otros 6 millones de indocumentados -se calcula que hay 11 millones- consigan regularizar su situación y “vivir juntos” con sus familias.

A las palabras de madres y niños se sumó otra congresista demócrata, Dina Titus (Nevada), quien aseguró que “éste es solo el primer paso para que los niños no tengan que escribir este tipo de cartas ni preocuparse de que los separen de sus familias”.

Las familias y congresistas concluyeron el acto con un villancico en inglés y pidieron de forma unánime al Congreso, que el próximo años controlarán completamente los republicanos, que apruebe una reforma integral y dé una solución definitiva a los indocumentados, pues las medidas de Obama expirarían en tres años.

Madres y niñas representan el 75 por ciento de los inmigrantes que viven en Estados Unidos, según cálculos de “We Belong Together”, organización promotora de la iniciativa.

La asociación estima que 5 millones de mujeres y 1,5 millones de niños viven de forma ilegal en Estados Unidos, lo que supone el 47 por ciento de los indocumentados del país.

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