Casi de último minuto, el pasado 21 de Febrero, El Tiempo Latino recibió luz verde para presenciar el evento Convergencias 2015 que se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad de Georgetown, en Washington, DC. Según los organizadores, el objetivo fue el de crear un espacio para el diálogo y el análisis acerca de la situación que se vive en México y el potencial de ese país para convertirse en un líder mundial. A la prensa, sin embargo, se le advirtió que podría entrevistar individualmente a los participantes a condición de no publicar detalles sobre lo que éstos expresaran durante sus ponencias.
Adriana Kugler, Vicerrectora de la Universidad de Georgetown y quien fungió como moderadora en el panel económico, aclaró que la institución educativa “no tuvo nada que ver con el evento” y enfatizó que la dinámica de mantener fuera a los medios de comunicación fue un iniciativa estudiantil. Al preguntarle sobre las razones para sacrificar la libertad de información, Antonio Carbia, presidente de la Sociedad de Alumnos Mexicanos de Posgrado de Georgetown University (GUGAMS por sus siglas en inglés) respondió: “Simplemente se busca generar un diálogo íntimo entre los ponentes, los distintos estudiantes y profesionistas para que se sientan cómodos, en confianza, y que puedan expresar todo lo que quieran decir en un plano de tranquilidad y que no se reserven ciertas cosas”.
¿Hay algo de lo que se habló en el panel político que, a su juicio, no debería llegar a oídos de la prensa?, preguntó El Tiempo Latino a dos de los ponentes. “No, en lo absoluto, es un debate público”, subrayó el senador del PRD Armando Ríos Piter. Añadió que “el tema de la corrupción e impunidad se está aireando y oxigenando, primero porque la sociedad lo está planteando, segundo porque hay políticos que lo están retomando. El gran reto es que esto se convierta en acciones legislativas”.
En palabras del senador del PAN Roberto Gil, la propia función que tienen los medios de comunicación genera una responsabilidad en la canalización de la exigencia pública de cambio en nuestro país. Sin embargo al menos durante las ponencias, los medios de comunicación no pudieron ejercer libremente esa labor y varias de las incisivas preguntas que hicieron los estudiantes a los panelistas quedaron sin respuestas concretas. Todos los planteamientos ya habían sido expresados anteriormente en diversos foros públicos, reconoció el presidente de la Fundación Colosio, Adrián Gallardo.
El “superficial” diagnóstico sobre México durante las ponencias, fue lo que en cierta manera desilusionó a estudiantes como Diego Rodríguez González quien comentó: “La corrupción, el estado de derecho, los precios del petróleo, son cosas que se deben solucionar, pero no se han ofrecido soluciones”. La joven Pamela Escalante también dijo no haber recibido una respuesta satisfactoria a sus inquietudes sobre cómo lidiar con las consecuencias ambientales de la reforma energética.
Apesar de los obstáculos, el presidente de Mexicanos Primero, Claudio X. González, invitó a los jóvenes a no desanimarse y “a usar la voz, a criticar, denunciar, a ser muy abiertos, muy transparentes porque en México tenemos una democracia electoral pero no una democracia liberal, porque no existe libertad suficiente, porque no existe participación ciudadana suficiente¨, lamentó.
La forma que ha encontrado el mexicano José Miguel Luna para hacer su propia contribución positiva a su país de orígen desde Estados Unidos, es ejecer la presidencia de la Asociación de Mexicanos en la Universidad de Georgetown (GUMSA por sus siglas en inglés). También organizó Convergencias 2015, que destaca contó con la participación de unas 300 personas. El evento, a su juicio, tuvo bastante éxito a pesar de los desafíos burocráticos, logísticos y financieros que dice conllevó.
Reflexionando sobre la decisión de mantener a la prensa a distancia, Luna explicó: “Lo que nos habían dicho organizadores de años anteriores es ‘mira, es mejor que no lleves prensa porque fomentas un diálogo más honesto (sin la prensa delante)”. Con la respuesta de algunos de los participantes ya tendrán Luna y sus compañeros la oportunidad de evaluar si el evento cumplió con sus objetivos y si efectivamente las ponencias de Convergencias 2015 fueron “más francas” al haber mantenido a la prensa a distancia. Lo que ya desde ahora asegura Luna es que existe la disponibilidad para hacer los ajustes que se consideren necesarios. “Éste es un evento que en realidad está en proceso de establecimiento como tal, bien, entonces pues quizás la prensa es algo que poco a poco vayamos involucrando más”, concluyó.