Comentario
Los servidores públicos de trayectoria consistente y estable en el tiempo y en las ideas dan la sensación de que han estado ahí siempre, de que su trabajo es parte de la rutina social, política y comunitaria.
Eso es lo que me ha pasado en los últimos 15 años con el secretario de Trabajo, Tom Pérez. Desde lo personal, lo he visto crecer desde abajo —utilizando su sólida formación académica y experiencia en temas legales y jurídicos para dar voz a la calle, tanto al estadounidense que viene de lejos como al que acaba de llegar. Desde lo periodístico, El Tiempo Latino ha cubierto a Pérez porque es nuestra obligación explicar lo que hacen políticos y funcionarios y porque es nuestra misión trasladar la voz de nuestros servidores públicos con raíces hispanas.
El secretario Pérez es hijo de dominicanos: su padre consiguió la ciudadanía al entrar en el Ejército después de la Segunda Guerra Mundial y trabajó de médico en Buffalo, Nueva York, donde nació Thomas Edward Pérez cuya madre —Grace Brache— tuvo que quedarse en Estados Unidos cuando su padre —embajador de República Dominicana ante la Casa Blanca— fue declarado “persona no grata” por la dictadura de Rafael Trujillo.
Pérez sería el único de su familia en seguir una carrera en la política pública. Estudió políticas en Brown y derecho en Harvard donde también hizo un máster en la John F. Kennedy School of Government.
Y luego se puso a subir la escalera del servicio público: fue el primer hispano en ser elegido miembro del concejo de Montgomery, en 2002, y en presidirlo. Fue secretario de Trabajo para el estado de Maryland, lideró la división de Derechos Civiles del Departamento de Justicia y desde 2013 es secretario de Trabajo en la administración Obama.
A Pérez es fácil hacerle una ficha “sicopolítica”: empatía social y comunitaria que incluye la lucha contra los abusos a los consumidores, los inmigrantes y los desfavorecidos. Y parece encarnar esa concepción Rooseveltina de la justicia social: “The path of faith, the path of hope, and the path of love toward our fellow man”. Por eso, el lunes 27 de abril, Pérez recibió de manos del ejecutivo de Montgomery Isiah Leggett la mayor distinción que ofrece el condado: el “Roscoe R. Nix Distinguished Leadership Award” —su equivalente a nivel federal es la “Medal of Freedom”, el mayor honor civil para un estadounidense.
¿Hablaremos algún día de Congressman Pérez? ¿De Justice Pérez? Se lo preguntaremos en nuestra próxima entrevista.