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Algunas de las clases de inglés para adultos, patrocinadas por el CMR, se imparten en salones de la Maryvale Elementary School en Rockville, MD, los días martes y jueves de 6:30 pm a 8:30 pm.
(De der. a izq.) La maestra Marianne Bohr y los estudiantes del nivel intermedio: Natalia Dmitrienko, Araceli Stevars Peláez, María García, Irxna Drozd, Anastasia Kishchukova, Kang Mihyun, Kim Duck Bong.



Cort. Verónica Balderas

Algunas de las clases de inglés para adultos, patrocinadas por el CMR, se imparten en salones de la Maryvale Elementary School en Rockville, MD, los días martes y jueves de 6:30 pm a 8:30 pm.
(De der. a izq.) La maestra Marianne Bohr y los estudiantes del nivel intermedio: Natalia Dmitrienko, Araceli Stevars Peláez, María García, Irxna Drozd, Anastasia Kishchukova, Kang Mihyun, Kim Duck Bong.

La directora del Language Outreach Program, Cecilia Rojas, conversa con Haydee Ccancce, mientras las otras cuidadoras de niños Lilia Muñoz y Angela Sabogal juegan con los menores: Maiia Kishchukova, Taeyoo Kim, Taeseo Kim y Leo Kishchukova.



Cort. Verónica Balderas

La directora del Language Outreach Program, Cecilia Rojas, conversa con Haydee Ccancce, mientras las otras cuidadoras de niños Lilia Muñoz y Angela Sabogal juegan con los menores: Maiia Kishchukova, Taeyoo Kim, Taeseo Kim y Leo Kishchukova.

Todos los martes y jueves Sylvia Granados se dirige a la escuela elemental Maryvale en Rockville, Maryland, para impartir un curso de inglés como segunda lengua. Es el Language Outreach Program, una iniciativa de la organización sin fines de lucro Community Ministries de Rockville (CMR). Los alumnos del nivel básico a los que enseña Granados son adultos latinos que están decididos a aprender inglés, a pesar de los obstáculos que muchos de ellos enfrentan en su vida diaria. La profesora sabe de los largos horarios de trabajo de muchos de sus estudiantes, o de los dobles turnos que se ven obligados a hacer para sacar adelante a sus familias. Y aunque las clases se ofrecen en horario vespertino, y actualmente el costo no rebasa los 50 dólares por nivel (120 horas), las bancas de su salón no siempre estarán ocupadas. Ser maestra en estas circunstancias, requiere de mucha paciencia, comprensión y espontánea creatividad.

“Pongo bastantes elementos teatrales en mis clases para ayudarles con la pronunciación, que es lo que ellos más quieren aprender”, explica la profesora de 23 años. Agrega que aunque la diferencia de edad o de circunstancias a veces no le permite a ella identificarse completamente con sus alumnos, hace todo lo posible por incorporar en su programa educativo, los temas que a los estudiantes más les interesan. “Les gusta hablar sobre el papel de la mujer y del hombre o la discriminación. Como son adultos y a veces no tienen tiempo para platicar de la vida, yo les hago que traten en inglés o si hablan en español les traduzco”, dice a El Tiempo Latino.

Raúl Aguilar, de 38 años de edad, es originario de Honduras y hace cinco meses que se inscribió al programa. Dice que desde que llegó a Estados Unidos (hace 6 años), el no conocer el idioma inglés le representaba un gran obstáculo, sobre todo en su trabajo como mecánico, pero que ya las cosas han mejorado bastante. “Ahora hay clientes que entran a mi taller y me preguntan algo y sí les entiendo, y ya por lo menos sé decirles yo algo. Entonces ya me puedo más o menos defender”, denota con entusiasmo.

Su compatriota, Nolvin Guzmán, indica por su lado que prefirió abandonar su turno laboral vespertino como mesero, para aprender bien el segundo idioma. “En lo que yo estoy preparándome tal vez algún día (las autoridades) nos quieran dar algo, algún papel, algún permiso, y ya estar preparado con el inglés. Ya tener todo un avance para que no se nos dificulte después”. Pero su determinación de estudiar agrega, es independiente de si avanza o no la reforma migratoria. “Cualquier cosa se puede dar. Nos pueden sacar a todos para el país, pues allá también nos sirve el inglés. Son cosas que en el futuro le sirven a uno”, subraya.

Entre los alumnos de la maestra Sylvia Granados también hay varias madres de familia, que se matricularon en el LOP, aprovechando que el programa les permite traer a sus hijos consigo. Mientras ellas estudian, los niños (de bebés a los 12 años) reciben preparación preescolar gratuita o ayuda con las tareas y tienen la oportunidad de participar en sesiones y juegos educativos. Granados recalca la importancia de este recurso, ya que desde que tenía dos años y hasta que se convirtió en adolescente, ella misma fue una de las beneficiarias.

“Mi mamá quería aprender (inglés) porque no quería que nadie le viera la cara de tonta, pero lo más era por mí, porque no quería que yo estuviera atrasada en mi escuela. Yo miraba a mi mamá y nunca la quería decepcionar y yo usaba los martes y jueves para mi propio beneficio. Participaba en el coro y ahí es en donde aprendí el amor a la música, hacía amigos y hacía mis deberes, entonces nunca me tenía que preocupar”, apunta Granados quien eventualmente se graduó de Comunicaciones en la Universidad Mount St. Mary´s en Emmitsburg, MD.

Según los resultados del censo en la ciudad de Rockville la población Hispana/ Latina aumentó en un 58.8% (de 5,529 a 8,781) entre el año 2000 y el 2010. El 33.9% del total de los residentes de esa ciudad son inmigrantes, y de ellos, el 84.9% habla otro idioma en la casa y el 43.4% no habla inglés correctamente.

“El padre que no sabe inglés no puede ayudar con la tarea a sus niños. Tenemos estadísticas, que es lo más triste, de niños latinos que no terminan la escuela; niñas latinas embarazadas; niños que terminan la escuela pero no van a la universidad”, advierte la directora del LOP, Cecilia Rojas. El prevenir esas situaciones, añade, ha sido la meta del programa LOP concebido en 1993, por la organización sin fines de lucro, Community Ministries de Rockville (CMR). Desde el 2003 se cuentan entre sus beneficiarios a 7,163 adultos (la mayoría latinos) y 3,405 niños. Además, el 18 de junio completarán otro ciclo escolar unos 140 estudiantes y entre esos ‘graduados’ estará la estudiante peruana, María García.

“Gracias a estas clases (de inglés) obtuve mi licencia (de conducir). He podido pasar el examen (en diciembre de 2014), manejando con un americano a mi costado. Mucha gente dice ‘no puedo, tengo que llevar a un traductor o alguien que me explique’, pero yo sí pude pasarlo”. García ahora se muestra interesada en matricularse en las clases que también ofrece LOP, relacionadas con la obtención de la ciudadanía estadounidense. Durante ellas, los participantes obtienen ayuda para llenar los formularios requeridos por el departamento de Homeland Security y se les prepara para la entrevista y el examen cívico requerido.

El período veraniego de clases de ciudadanía se ofrecerá del 29 de junio al 4 de agosto. Si usted está interesado en las clases de inglés, tome en cuenta que debe ser residente del condado de Montgomery y deberá primero tomar un examen de ubicación los días 25 ó 27 de agosto en Rockville, MD.

Para obtener más información al respecto o matricularse en alguno de estos cursos puede llamar a la Directora de LOP Cecilia Rojas, al (301) 251-2136 o dirigirle un correo electrónico a crojas@cmrocks.org

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