Durante casi cinco décadas el Centro Católico Hispano en Washington, DC (Spanish Catholic Center) ha sido una parte vital del servicio comunitario que ofrece la organización Caridades Católicas de la arquidiócesis de Washington. Empleados y voluntarios del Centro lo definen como “un hogar lejos del hogar” para inmigrantes que carecen de cobertura de salud.
“El Centro ofrece un ambiente abierto y fraterno donde no se juzga a las personas por sus creencias o circunstancias”, explica William Kappaz en una carta en la que se invita al evento anual de recaudación de fondos del Centro Católico Hispano. Y nos recuerda Kappaz, en una reciente entrevista con El Tiempo Latino, las palabras del Papa Francisco: “todos tenemos el deber de hacer el bien”.
La gala del Centro tendrá lugar el 3 de octubre en el Ronald Reagan Building de DC, unos ocho días después de la visita del Santo Padre a la capital que incluyó un emocionado encuentro con voluntarios y personal de Caridades Católicas. Dice Kappaz que la otra conexión de la gala con Francisco reside en el lema y la filosofía que envuelve al evento. “Deseamos celebrar y honrar el mensaje de Francisco: ‘humildad, servicio, amor’ luego de la histórica visita del Papa a Washington”, comenta Kappaz quien, junto a su esposa Laura, preside la gala de este año.
Entre los servicios que ofrece el Centro están dos clínicas médicas y dos dentales que, en 2014, asistieron a unas 7.500 personas. Además, la ayuda de servicios migratorios llegó a más de 3.000 familias y el programa de ayuda laboral alcanzó a 4.000 personas.
Precisamente para complementar los más de 12 años que el Centro ha estado ayudando con la formación laboral de los inmigrantes, ha surgido “The Michael H. Kappaz Workforce Development Program”.
Este programa, que lleva el nombre del padre de William Kappaz, busca crear puentes culturales y económicos proporcionándoles a los inmigrantes habilidades, capacitación y apoyo para que pueda conseguir y mantener sus empleos en el sector de la construcción.
Kappaz habla con devoción del legado de su padre y de su compromiso comunitario, nacido de sus profundas convicciones religiosas. Por eso, dice, en The Dorado Group la responsabilidad social corporativa es esencial en todos los proyectos que inician alrededor del mundo.
“Cuando terminemos nuestras carreras, mediremos nuestro éxito por el impacto que hemos tenido en la calidad de vida de las otras personas”, apunta Kappaz para quien contribuir al Centro Católico Hispano es algo tan natural como espiritual. Un buen amigo de Kappaz, el actual Obispo Auxiliar de Washington, Mario Dorsonville, dirigió el Centro durante años.
“Yo soy mejor persona por haber conocido al Obispo Dorsonville”, dice Kappaz quien tiene raíces colombianas por parte de padre y madre, y se crió en el área de Washington.
Para monseñor Mario Eduardo Dorsonville Rodríguez, el Spanish Catholic Center es una “Casa de los Milagros”. En una entrevista a primeros de septiembre con El Tiempo Latino, Dorsonville expresó todo su afecto y comunión espiritual con el Centro.
“En el Centro Católico viví la palabra de Dios. Somos una organización no lucrativa, pero lo que nos diferencia es que estamos inspirados por el evangelio. Eso es el motor de esta Casa de los Milagros… Nuestros voluntarios quieren servir inspirados en un mandato evangélico por el que vienen a materializar la presencia de Jesús en la vida de los otros. Porque tuve hambre y me diste de comer, estuve enfermo y me alentaste, fui forastero y me acogiste. Ésa es la impronta del Centro: la palabra de Dios hecha carne y vida en el presente”.
Este año la gala del Centro Católico reconocerá la labor de sus empleados y voluntarios a quienes se les entregará “The Blessed John Paul II Award”. Se busca así, explica Kappaz, sacar a la luz el trabajo silencioso e impactante de mucha gente. Personas que tocan la vida de inmigrantes como Zoila América Guardado, una salvadoreña que, según explicó a El Tiempo Latino, sintió en el Centro Católico una mano amiga que le cambió la vida.
“Llegué a este país en 2005, en 2006 el Centro Católico me ayudó con mis necesidades médicas y, luego, por medio de unas listas de trabajo conseguí mi primer empleo. me orientaron, me ayudaron a aprender inglés y gracias a la orientación del Centro estudié enfermería, luego seguí estudiando y hoy soy asistente médico en el Providence Hospital en Washington DC. Gracias al Centro Católico mi vida es otra”, explicó Guardado quien es una de las voces que servirán de testimonio en el video que se proyectará durante la gala del Centro el 3 de octubre.
Son ejemplos, dice Kappaz, de una labor que necesita la ayuda de todos: “Necesitamos recaudar fondos porque es parte de la solución en este empeño por ayudar con las necesidades de nuestra comunidad”.
La gala se puede patrocinar. Para más información contactar a Carmen Joya.
Carmen.Joya@CatholicCharitiesDC.org o llamando al 202-772-4334
MAS INFORMACION EN http://www.catholiccharitiesdc.org/SCCGala