Sentado en el sofá de su casa al lado del árbol de Navidad, Manuel Aguilar confiesa que por las noches aún le invaden las pesadillas. “Me despierto en sobresalto”, dice el salvadoreño, de 56 años, quien durante cinco meses y 16 días fue acusado de abusar sexualmente a una niña de 5 años en el centro de cuidado infantil de su hija, ubicado en Silver Spring, Maryland.
El 27 de octubre, tras un juicio de seis días, un jurado de Maryland lo halló “no culpable” de los cinco cargos que enfrentaba: abuso sexual a un menor, dos de ofensa sexual en segundo grado y dos más de ofensa sexual en tercer grado. El día del veredicto Morales dijo: “estoy muy contento de que el jurado haya aceptado la verdad, que soy inocente”. De hecho su abogado Andrew Jezic dijo que Aguilar había sostenido 760 veces su inocencia desde que lo interrogaron el día de su arresto, el 11 de mayo.
Hoy Aguilar deja atrás los malos recuerdos y trata de sobreponerse a lo que –afirma “fue una injusticia contra mi persona y familia”.
“Si no fuera por la ayuda de Dios y todas las personas que me respaldaron, no estuviera aquí”, manifestó.
El testimonio de los ocho padres que tienen a sus hijos en el centro de cuidado infantil fue clave y poderoso en el juicio, dijo el abogado. “Ellos testificaron que tenían plena confianza de dejar a sus hijos en la guardería y que creían en la inocencia de mi cliente”, manifestó Jezic.
La familia agradece al abogado, a cada uno de los padres, familiares y amigos que los respaldaron. “Pero sobre todo agradecemos a Dios que hizo justicia”, señaló Teresa Aguilar, esposa de Manuel.
El martes 1 de diciembre los Aguilar abrieron las puertas de su hogar y la guardería a El Tiempo Latino para contar por primera vez a la prensa con detalle cómo esta acusación impactó en sus vidas, negocio y relaciones. Tres padres que testificaron a favor de Aguilar se unieron a la entrevista.
“Me acusaron falsamente”
l lunes 11 de mayo de 2015 es una fecha que la familia Aguilar, residente de Silver Spring, Maryland, nunca olvidará. Tras varias horas de un sorpresivo interrogatorio, Manuel Aguilar, de 56 años, fue arrestado en el condado de Montgomery, bajo cinco cargos de abuso sexual contra una niña de 5 años de edad, que iba al centro de cuidado infantil de la hija de Aguilar.
“Era una locura, no podíamos creer que estuviéramos viviendo esa pesadilla”, manifestó su hija, Cindy Aguilar, dueña de la guardería Ariana’s Learning and Play Family Child Care, que funciona en su casa de Silver Spring.
La pesadilla duró cinco meses y dos semanas. El 27 de octubre, tras un juicio de seis días, un jurado declaró “no culpable” de todos los cargos a Aguilar.
• Hechos
Ese lunes 11 de mayo, Cindy Aguilar había recibido una llamada del Servicio de Protección al Menor del condado de Montgomery.
“Me dijeron que teníamos que ir todas las personas que vivíamos en la casa, para resolver una cuestión”, recordó el martes 1 de diciembre, durante una entrevista con El Tiempo Latino. “En ningún momento nos dijeron que se trataba de una acusación”, dijo.
En la noche, camino a la agencia de protección al menor, la familia especulaba sobre qué podría ser el motivo de la entrevista.
“¿Tal vez un vecino se habría quejado de un muro muy alto en la casa?”, se preguntó Aguilar sin tener la más mínima idea de lo que ocurriría horas después con su padre: un hecho que les cambió la vida.
Al llegar al lugar, los agentes sugirieron “que pase el que menos inglés habla” (para hacer el interrogatorio con un traductor). “Yo le dije a mi esposa bromeando ‘entonces iré yo primero’ a ver qué pasa”, dijo Manuel Aguilar.
Pasaron los minutos y al no salir el padre, la familia se preocupó. Al rato salieron los detectives y dijeron que Manuel Aguilar había sido arrestado bajo los cargos de abuso sexual.
“¡Qué!”, respondieron incrédulos, con asombro y frustración la esposa e hijos. “Estábamos mi madre, quien trabaja conmigo en el ‘daycare’, yo y mi hermano, de 19 años, quien también vive en la casa con nosotros”, relató Cindy Aguilar.
El mundo se le vino abajo a Aguilar. “Yo estaba confundido. No sabía lo que estaba pasando, me interrogaron fuertemente para que yo dijera que era culpable, pero en todo momento dije que era inocente”, expresó Aguilar.
• Un caso difícil
El arresto de Aguilar ocurrió días después que la niña les dijo a sus padres que “Meme”, como le llaman a Aguilar en la guardería, la había tocado en sus partes privadas mientras tomaba la siesta. “Las acusaciones eran muy serias, dijo Jezic quien tomó el retador caso “al creer en la inocencia del señor Aguilar y observar su carácter y el carácter ejemplar de toda la familia ”, expresó.
Cindy Aguilar aseguró que la acusación no tenía fundamentos. “Eso era imposible. Mi padre no estaba en el centro durante la siesta de los niños. Mi madre y yo siempre éramos y somos las que nos turnamos para ver a los niños en el cuarto de siesta”, manifestó.
• Padres testificaron a favor
El testimonio de los ocho padres que tienen a sus niños en el daycare fue clave. “Yo no encontraría una familia de mayor confianza para dejar a mis hijos que la familia Aguilar, y eso incluye a Manuel”, afirmó Steven Hadeed, quien desde 2008 ha dejado a sus niñas en el centro de guardería.
Es tal la confianza de Hadeed en los Aguilar que puso su casa como garantía para la libertad condicional de Aguilar, equivalente a $50.000.
La venezolana Yeini Goncalves y la salvadoreña Ana Figueroa también dieron su respaldo. Ambas consideran a los Aguilar como su propia familia. “Tenemos plena confianza en Manuel, Teresa y Cindy”, señaló Goncalves.
Hoy los Aguilar intentan sobreponerse a la experiencia y dejar atrás la acusación y el hecho de vivir fuera de casa. “Mi padre no podía estar cerca al daycare por lo que tuvieron que vivir seis meses en diferentes lugares”. “No es fácil, pero cuando recuerdo lo malo oro a Dios y se me pasa”, dijo Aguilar.