El padre de Danny Lledó fue chef de formación francesa —en el prestigioso Le Cordon Bleu de París— quien con su esposa, de raíz portuguesa, regentaron un servicio de catering en el área metropolitana de Washington. Por eso la infancia del pequeño Danny vivió de cerca la preparación de la comida y la estructura del negocio. Y, sin embargo, no fue ése su mundo vocacional. Al menos, al principio.
Lledó se graduó de finanzas y literatura española en la Universidad de Maryland. Y se puso a trabajar de asesor financiero. Pero su destino seguía llamando a su puerta: “Todos mis clientes eran dueños de restaurantes”, dice. Lledó recibió el mensaje: tenía los conocimientos empresariales y poseía la pasión artística y cultural de un chef. Pero también sentía la necesidad de formarse: trabajó en Miami para un prestigioso grupo español de la restauración y en el área de Washington trabajó para el grupo del Chef José Andrés. Luego, se decidió a abrir su primer restaurante en Annapolis en 2012. Esa aventura ya la cerró, pero el cosmos le siguió mostrando su camino.
“Ese año (2012) conocí a quien hoy es mi esposa”, cuenta Lledó. “Ella tenía y tiene Slate Bar & Bistro (en el 2404 de la Wisconsin Avenue, en el vecindario de Glover Park, cerca de Georgetown, en DC)”.
En 2013, Lledó se comprometió en matrimonio y tomó las riendas del restaurante de quien iba a ser su mujer, Elizabeth Banker, una experta en vinos y con amplia experiencia en organizar eventos de catas privadas y de formación.
“Hoy puedo decir que, después de muchos sacrificios junto a mi esposa, Slate es un reflejo de quien yo soy”, comenta Lledó al apuntar que el menú es una síntesis de sus culturas: las cocinas francesa, española (valenciana) y la portuguesa.
Pero, añade, “como soy de Silver Spring, en Maryland, ¡también puede haber un cupcake en el menú!”.
Pero hay un sueño que Lledó persigue desde siempre: abrir un restaurante en el área de Washington que refleje su amor por la Costa Blanca del mediterráneo español.
Denia Garden
“Con Denia Garden quiero reflejar la riqueza de toda una región mediterránea”, explica con pasión Lledó e indica que, mientras prepara la apertura de lo que será “la nueva frontera” de sus sueños como chef, ha decidido proporcionar “previews” a sus clientes y amigos de Slate con dos días dedicados a los sabores de la pequeña ciudad de Denia, cercana a Valencia, y un destino turístico y gastronómico europeo de gran prestigio.
El 9 y el 10 de marzo, en Slate, Lledó organizó 48 horas de un menú enfocado en Denia y en los sabores de su Mediterráneo. Fue, dice, el anticipo de lo que será Denia Garden, un restaurante dedicado exclusivamente a su pasión por esa cocina.
“Lo bonito es que en Slate siempre procuro deslizar platos especiales que reflejan la cultura gastronómica de Denia”, expresa Lledó y apunta que lo que ocurrió en ese “maratón gastronómico” fue una inmersión cultural en la Costa Blanca, rica en pescados, especialmente el camarón rojo de Denia. La región es mundialmente conocida por su Paella Valenciana, “Arrós a banda”, y cuando los platos de arroz crean “socarat”, es decir, ese arroz crujiente y rico en sabor que se pega al fondo de la sartén.
Quien no haya podido acudir a Slate para “degustar Denia”, Lledó les invita a repasar el menú habitual de su restaurante cualquier otro día para ver qué parte de la Costa Blanca se ha colado en la carta. Tal vez el arroz a banda con gambas o la paella de fideuá con pato confitado y foie gras o el filete de atún con “tomacat” (el tomate en lengua valenciana). Y luego, claro, los postres del “pecado”… Todo parte del sueño mediterráneo de Danny Lledó.