La Maryland Motor Vehicle Administration (MVA) envió más de 250 notificaciones en julio a quienes poseeen una licencia de conducir comercial advirtiéndoles que sus licencias serían canceladas si no ofrecían pruebas de su ciudadanía o residencia permanente en un plazo de 30 días. La mayoría de esas cartas llegaron a residentes de Maryland que tienen permisos a través del programa federal “Temporary Protected Status” (TPS), por el cual se protege a los inmigrantes de ciertos países de la deportación y les da un permiso de trabajo en Estados Unidos.
Estas notificaciones se emitieron luego que una auditoría interna de la MVA encontrara que la agencia se había equivocado al proporcionarle a las personas con TPS —de El Salvador, Honduras y Nicaragua— permiso para conducir vehículos comerciales.
Los conductores habían completado su entrenamiento, exámenes y otros requisitos para obtener esta licencia. Pero su TPS no equivale a la residencia permanente y por tanto no cumple con el requisito federal para recibir el tipo de licencia de conducir comercial que habían obtenido.
Un portavoz de la MVA, Buel Young, dijo que la agencia busca ahora clarificación del gobierno federal para que señale dónde está el error y si existe otra licencia de conducir comercial que se haya utilizado en otros estados con los inmigrantes afectados.
Mientras, decenas de conductores como Abraham Ventura la están pasando difícil para encontrar una solución. Ventura, de 39 años y residente en New Carrollton, dijo que los cinco miembros de su familia dependen de sus ingresos como conductor de un camión que transporta tierra de las construcciones del área metropolitana. Ventura llegó a Estados Unidos procedente de El Salvador en 1995 y dijo que no tiene esos documentos que ahora le piden para mantener su licencia de conducir. Además, está pagando mensualidades por el camión que se compró para el trabajo y por el que aún debe $30.000 y culpa al estado de Maryland por decir ahora que él no puede acceder a estas licencias.
“¿Cómo le explico esto a mis hijos, a mis deudores, cuando fue error de ellos?”, dijo. “No sé qué voy a hacer”.
Young dijo que al mismo tiempo que la agencia llevaba a cabo la auditoría de unas 188.000 licencias de conducir comerciales y permisos de conductores novatos, la Federal Motor Carrier Safety Administration les comunicó sobre un conductor de licencia comercial que no poseía la documentación necesaria.
Después de la auditoría, la MVA envió 263 cartas a esos conductres notificándoles que no estaban cumpliendo la ley federal.
“Durante el proceso de su CDL… nunca recibimos prueba de su ciudadanía estadounidense o documentos sobre su residencia legal permanente”, decía la carta.
Tres de los conductores de la empresaria Glenda Hernández recibieron esa carta lo cual quiere decir que no pueden seguir conduciendo. Su empresa, G&C Trucking en Hyattsville, perderá miles de dólares, dijo y añadió: “Iré a la bancarrota”.