Neesa Medina, activista de los Derechos Humanos, afirmó este jueves durante un foro en la sede del Centro de Recursos Para Centroamericanos (CARECEN) en Washington, DC, que “las mujeres de Centro América huyen de sus países para salvar sus vidas”.
La pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades, de empleo o de educación, se suman a un sin fin de problemáticas que enfrentan a diario muchas mujeres en Centroamérica.
Vivir en el siglo 21 no ha sido obstáculo para que el machismo aún impere en estos países y las mujeres sigan siendo sometidas a agresiones sexuales, psicológicas y domésticas, entre otras.
Cansadas del asedio y con más valentía que miedo, alrededor de 45 mil mujeres de Guatemala, El Salvador y Honduras abandonan anualmente lo poco que tienen en sus países para migrar a los Estados Unidos y no en busca ¨del sueño americano¨, sino en busca de supervivencia y amor propio. Aunque no todas logran llegar.
Aunque pareciera ser una crisis nueva esto viene de décadas pasadas, según un reporte de Amnistía Internacional el 60% de estas mujeres sufre violencia sexual en el camino, 7 de cada 10 de ellas son sometidas contra su voluntad por parte de otros migrantes, autoridades federales de migración, por policías de las ciudades por las que transitan e incluso dentro de los centros de detención y refugios a lo largo del camino.
A nivel mundial Guatemala ostenta el primer lugar de índices de femicidio, el tercer lugar lo tiene El Salvador y el séptimo lugar Honduras.
Mientras que Honduras, tiene una de las tasas más altas de violencia en contra de las mujeres. Los registros oficiales muestran que el 95% de los homicidios en esos países no son investigados.
Por ello Alianza Américas, CARECEN-DC realiza una gira de oradores en Estados Unidos, y el jueves 27 de abril en conjunto con la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano (NHLA) llevaron a cabo un evento para crear conciencia sobre las amenazas que enfrentan no sólo las mujeres, sino también los niños que huyen de América Central.
¨Las mujeres ven restringidas sus vidas por la negación básica de sus derechos, incluidos los reproductivos. Los gobiernos centroamericanos han fallado en reconocer los derechos de las mujeres. La violencia contra este género debería ser un eje central. Estamos ausentes de la planificación de estas políticas de seguridad¨, dijo la activista de los Derechos Humanos Neesa Medina, quien es parte de esta gira.
El compromiso de estas mujeres con sus familias y el amor por la vida, las pone nuevamente en una cuerda floja, pues luego de ser invisibles en su propio país y lograr llegar a Norteamérica tras una obscura travesía, hoy se encuentran de nuevo ante el miedo. En California por ejemplo, trabajadoras sociales han dado cuenta que mujeres centroamericanas con un status migratorio irregular, que iniciaron un caso de violencia doméstica, la administración pasada, ahora las están abandonando por miedo a acudir a la policía y ser deportadas. Creándoles así ¨una vida sin opciones¨.
¨Buscamos que se les reconozca como mujeres fuertes y valientes, pero que también tienen necesidades en este país. Espero crear conciencia a diferentes niveles de acción, con gobiernos locales. Demostrar lo importante que es cambiar la psicosis de discriminación y de odio; reflejar la responsabilidad que tiene Estados Unidos a través del gobierno de política exterior y la situación de nuestros países¨, puntualizó Medina.