El gobierno rompe el silencio después de tres días de acusaciones de la Fiscalía en contra de su primer presidente del FMLN, Mauricio Funes, y ayer emitió un comunicado oficial informando que no tolerarán la corrupción ni a quienes hayan “traicionado la confianza del pueblo salvadoreño”.
“No acusamos ni defendemos a nadie y consideramos que la lucha contra la corrupción no puede convertirse en un asunto para lograr réditos políticos, sino en un esfuerzo conjunto y responsable para la construcción de una sociedad más justa”, reza parte del informe.
La postura del Ejecutivo llega tras conocerse ayer de la orden de captura en contra de la exesposa de Funes, Vanda Pignato. Junto a ella hay 31 personas más acusadas por la Fiscalía de desviar $351 millones de fondos públicos a cuentas personales y en gastos onerosos y superfluos por parte de sus excompañeras de vida, actual pareja, en complicidad con varios de sus exfuncionarios.
“Como gobierno, rechazamos cualquier acto de corrupción, venga de donde venga, y apoyaremos todas las acciones necesarias para la defensa de los recursos públicos. No vamos a tolerar a quienes hayan traicionado la confianza del pueblo salvadoreño”, reza parte del informe emitido por la Presidencia.
El Ejecutivo manifiesta que confía en los jueces y en que los imputados serán debidamente procesados conforme a la ley y “con absoluta imparcialidad, independencia y sin presiones de ningún tipo para juzgar conforme a lo que las leyes de la República establecen”.