El caso positivo del presidente Donald Trump por coronavirus desató el lamento de propios y extraños. Desde sus seguidores hasta el bando rival se han pronunciado deseando al republicano y la primera dama una pronta recuperación; sin embargo, el hecho también abrió una caja de pandora sobre cómo la pandemia ha sido tratada en el entorno político de Estados Unidos.
Pese a que se conoce que el contagio del mandatario llegó tras el positivo de Hope Hicks, una de sus asistentes, las autoridades buscan a otras personas con quienes habría estado recientemente el jefe de Estado con la intención de cortar la cadena de contagio.
Pero desde otros frentes se alarman por lo que consideran es una débil política sanitaria para frenar al virus.
Fuentes señalaron a la cadena NBC que en el Capitolio existe un enorme riesgo de contraer la pandemia por el incumplimiento de algunas reglas.
Esta semana, el lugar fue epicentro de sesiones del Congreso y las medidas dictadas por especialistas de la salud, en lugar de buscar cumplirse de inicio a fin, son no más que consejos, señaló el medio, el cual citó la Oficina del Médico Asistenta de la Cámara de Estados Unidos.
Aunque autoridades han pedido a los empleados usar mascarillas y cumplir con el distanciamiento social, esta última norma no se ha cumplido en su totalidad. Asimismo, se detalló que no existen requisitos de pruebas ni protocolos de detección del virus entre el personal del lugar.
Pese a que el teletrabajo ha reinado desde el arribo de la pandemia a la capital estadounidense, gradualmente se han incorporado grupos de empleados al Capitolio.
Una vez se confirmó el positivo de Trump al virus, el senador Chris Murphy se manifestó sobre cómo ha sido la situación en el sitio. A su juicio, ninguna actividad “debe continuar en el Senado hasta que entendamos el alcance de esta crisis”.
Rodney Davis, miembro del Comité de Administración de la Cámara de Representantes, señaló a NBC que “este es un problema que hemos estado trayendo durante los últimos meses. Hay una completa falta de preparación para que el Capitolio vuelva a un cierto sentido de normalidad”.
Otro tema de preocupación gira en torno a la cadena de contagio que involucra a Trump y Hicks. El cercano contacto de ambos funcionarios con otros del poder legislativo y ejecutivo del país dejan abierta la posibilidad de que en los próximos días más casos positivos de figuras políticas de Estados Unidos se sumen a la lista de más de siete millones de afectados en el territorio.