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La junta de Escuelas Públicas de Alexandria votó el jueves para aprobar revisiones significativas del contrato del sistema escolar con la policía, cambios destinados a aumentar la rendición de cuentas y la equidad en medio de un debate nacional sobre el racismo en los cuerpos de seguridad.

El nuevo contrato, que pasó por al menos 10 borradores, promete que el sistema escolar reunirá regularmente datos disciplinarios y policiales, los desglosará por edad, raza, sexo y discapacidad, y luego hará público su análisis. El contrato también aclara los derechos de los estudiantes, declarando que los niños no pueden ser interrogados por la policía asignada a la escuela, hasta que su padre o tutor haya sido informado.

Funcionarios escolares en Alexandria, que sirven a aproximadamente 16 mil estudiantes en el norte de Virginia, además insertaron una nueva declaración de “Trato Justo” en el documento de 18 páginas.

“Cualquier acción tomada en respuesta a mala conducta disciplinaria y/o delito penal se administrará de manera justa y sin tener en cuenta la raza, el origen nacional, la discapacidad, la religión, la identidad de género, la expresión de género, la orientación sexual o el estado civil o parental”, se lee en el documento.

“Queríamos asegurarnos de que eso estuviera ahí”, dijo John Contreras, director de servicios de seguridad de Alexandria, a los miembros de la junta en la reunión virtual del jueves.

Después de aproximadamente dos horas de discusión, la junta escolar votó 6 a 3 para aprobar el contrato, formalmente conocido como un “Memorándum de Entendimiento”, que abarca los próximos dos años. Entrará en vigor cuando sea firmado por el superintendente del sistema y el jefe de policía de Alexandria, lo que deben hacer antes del 2 de noviembre, y dados a los oficiales de la fuerza policial de la ciudad para el programa escolar.

Las revisiones vienen después de algunos representantes en Alexandria, inspirados en las masivas manifestaciones de verano contra la brutalidad policial y el racismo sistémico tras el asesinato de George Floyd por parte de un oficial de policía en Minneapolis, pidieron que los agentes de policía fueran retirados por completo de los pasillos de las escuelas.

En Alexandria, los funcionarios de las escuelas pasaron meses sosteniendo conversaciones y audiencias públicas con maestros, estudiantes y familias mientras trataban de decidir si alterar el contrato y cómo hacerlo.

Además de exigir que los padres sean alertados antes de un contacto con los agentes ubicados en las instituciones educativas, el nuevo contrato también establece que los estudiantes, en presencia de un administrador, deben ser informados de algo parecido a sus derechos.

Texto tomado y traducido de The Washington Post

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