Maryland endureció las restricciones relacionadas con la pandemia el martes, por segunda vez en lo que va de noviembre, debido a que los casos de coronavirus en la región han establecido nuevos máximos diarios durante las dos últimas semanas.
El gobernador de Maryland, Larry Hogan, emitió una orden ejecutiva que restringe las horas en que los restaurantes y bares pueden operar y la cantidad de personas permitidas en las tiendas minoristas y en los recintos religiosos.
Los funcionarios locales han fortalecido las políticas varias veces en los últimos días, buscando formas de frenar la propagación récord del COVID-19, no solo en el área metropolitana sino en todo el país.
La nueva orden requiere que los bares y restaurantes en Maryland cierren a las 10:00 pm para el servicio en interiores y reduce la capacidad permitida en las tiendas minoristas, recintos religiosos, gimnasios e instalaciones de servicios personales al 50%.
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La acción de Hogan también anula una orden anterior que permitía la presencia de fanáticos en pistas de carreras y en los estadios de fútbol universitario y profesional.
“Estamos en una guerra en este momento y el virus está ganando”, advirtió el gobernador.
El Departamento de Salud de Maryland emitió una orden de emergencia el martes con el objetivo de abordar un posible aumento en las hospitalizaciones y prevenir brotes en hogares de ancianos.
La orden prohíbe la mayoría de visitas al hospital y limita las visitas en el interior de los asilos de ancianos, haciendo excepciones para la atención al final de la vida, obstetricia, padres o tutores de niños, y apoyo para personas con discapacidades.
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Las visitas a los asilos de ancianos se limitarán a “atención compasiva”, explicó Hogan, y cualquier persona que ingrese tendrá que mostrar una prueba de COVID-19 negativa realizada dentro de las 72 horas anteriores a la visita. A partir del viernes, el estado también requerirá pruebas dos veces por semana para el personal de los asilos de ancianos y pruebas semanales para los residentes.
La orden de Hogan solo cambiará mínimamente las condiciones en los condados de Montgomery y Prince George, que generalmente han optado por reabrir a un ritmo más lento de lo que permiten las pautas estatales.
Montgomery ya ha impuesto un límite de 25% en la capacidad de recibir clientes en el interior de restaurantes, tiendas minoristas e instalaciones religiosas, un requisito más estricto que el del estado en general. El condado exige que los restaurantes dejen de servir alcohol antes de las 10:00 pm, pero les permite seguir sirviendo comida y otras bebidas. Eso cambiará con la última orden de Hogan.
Con información de The Washington Post.