Las tasas de reprobación en matemáticas e inglés se multiplicaron por seis para algunos de los estudiantes más vulnerables del sistema escolar más grande de Maryland, en Montgomery, según datos publicados a medida que el número de víctimas de la pandemia se vuelve cada vez más visible en las escuelas de todo el país.
Por ejemplo, más de 36% de los estudiantes de noveno grado de familias de bajos ingresos reprobaron el primer período de calificaciones en inglés.
“Me rompe el corazón ver tantos de estos números”, dijo Rebecca Smondrowski, miembro de la junta escolar, después de que se compartieran las cifras en una reunión de la junta el jueves. “Sabíamos que las brechas iban a ser mayores, pero son enormes”.
Los datos llegan cuando el condado de Fairfax, en Virginia, informó recientemente un fuerte aumento en las calificaciones reprobatorias de sus estudiantes, uno de los primeros sistemas a nivel nacional en detallar las consecuencias de la educación en línea impulsada por una pandemia.
En Montgomery, un sistema diverso de más de 161 mil estudiantes, los alumnos afroamericanos e hispanos de familias en o cerca de la línea de pobreza se encontraban entre los grupos más gravemente afectados, junto con los estudiantes del idioma inglés.
Casi 45% de quienes tenían un dominio limitado del inglés reprobó el primer período de calificaciones en matemáticas de noveno grado, por ejemplo, una cifra impresionante dado que solo 8% de los mismos estudiantes reprobó matemáticas en el primer período de calificaciones el otoño pasado.
Los datos son un reflejo sombrío y vívido de la lucha que enfrentan muchos estudiantes con la educación remota. Algunos encuentran abrumador el volumen de trabajo independiente o el tiempo que pasan frente a la pantalla. Las familias están tratando de manejar las tareas del cuidado de los niños, fallas tecnológicas, dificultades familiares o trabajos.
El aprendizaje en el condado de Montgomery ha sido totalmente virtual desde marzo, cuando las escuelas públicas de todo el país cerraron debido a la propagación del coronavirus.
Pero los funcionarios fueron más indulgentes con las calificaciones en la primavera y dijeron que los estudiantes no deberían ser penalizados por interrupciones que no causaron, al mismo tiempo que el sistema escolar se embarcó en un experimento sin precedentes con la educación en línea.
Este otoño, con las clases todavía en línea pero con una mayor preparación, Montgomery volvió a su sistema de calificación tradicional. En las últimas semanas, ha estado considerando un plan para reabrir los edificios escolares en enero, pero con el aumento de casos de coronavirus la propuesta es incierta.
Los nuevos datos sobre calificaciones apuntan a preguntas críticas sobre cómo medir el desempeño de los estudiantes que asisten a la escuela desde casa. Algunos alumnos tienen la ventaja de la supervisión y el apoyo de sus padres o hermanos. En otras familias, los padres trabajan fuera del hogar, enfrentan barreras idiomáticas o están menos familiarizados con el material que se enseña.
Diego Uriburu, cofundador de Black and Brown Coalition for Educational Equity and Excellence, un grupo de defensa en el condado de Montgomery, describió la reacción que estaba escuchando como una mezcla de ira, decepción y desesperación.
“Estamos enojados (…) desde la perspectiva de nuestras comunidades nada ha cambiado desde antes de la pandemia. Esperábamos que la pandemia fuera una llamada de atención y un punto de inflexión”, comentó Uriburu.
Enfatizó la importancia de ubicar a los maestros y directores más efectivos en las escuelas más afectadas por la pobreza.
“Trabajan muy duro, pero sus esfuerzos no están llegando a nuestras comunidades”, dijo. “Esta es una catástrofe, una gran catástrofe”.
Los datos que Montgomery presentó el jueves se limitaron a los estudiantes de sexto, noveno y duodécimo grado. Se desglosaron por raza, origen étnico y otras características para determinar qué estudiantes se vieron más afectados.
El sistema escolar de Montgomery, considerado a nivel nacional, se divide aproximadamente en un 32% hispano, 27% blanco, 21% afroamericano, 14% asiático y 5% multirracial en el último año escolar.
Entre los estudiantes de sexto grado que toman matemáticas, los alumnos hispanos de familias de bajos ingresos obtuvieron los peores resultados, y la tasa de reprobación del año pasado de 4% aumentó a casi un 24% este otoño.
La categoría menos afectada entre los estudiantes de sexto grado en matemáticas fue la que incluyó a estudiantes blancos y asiáticos de familias no identificadas como de bajos ingresos. El año pasado, menos de 1% de ese grupo reprobó el primer período de calificaciones, y este año fue un poco más del 1%.
Más información en The Washington Post.
Traducción libre del inglés por El Tiempo Latino.