En mayo de 2018, el ex legislador de Maryland, Will Campos fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión por aceptar dinero a cambio de favores políticos. Hoy, tras seis meses de liberación —el salvadoreño que se convirtió en el concejal más joven de Prince George’s— rompe el silencio y habla sobre sus errores, lecciones y el regreso a la vida pública como activista.

“Fue mi estupidez e inmadurez que me llevó a hacer lo que hice”, dijo a El Tiempo Latino, en la primera entrevista que dio a un periódico en español. “Yo en todo momento asumí la responsabilidad de mis malas acciones, y he vivido las consecuencias de ello”, dijo Campos.

Campos se declaró culpable en enero de 2017 de aceptar entre $15 mil y $20 mil en sobornos y comisiones ilegales a cambio de favores oficiales y ayuda para obtener dinero del gobierno.

El soborno incluyó el uso indebido de Campos de más de $300 mil en dinero del condado, incluidas las subvenciones destinadas a ayudar a organizaciones sin fines de lucro, dijeron los fiscales federales.

“Se me acusó de tomar $340 mil del gobierno, pero yo personalmente no recibí para nada esa cantidad. La parte mía, de la cual me hago responsable, es $15 mil”, expresó el exlegislador.

Siendo concejal de Prince George’s, Campos aceptó pagos personales entre 2007 y 2014 de quienes querían acceder a los fondos. En el condado, cada concejal tenía acceso a $100 mil que designaban a diferentes organizaciones sin fines de lucro.

“Yo estaba en mis treintas, estaba soltero y realmente no necesitaba ese dinero”, añadió Campos, de 46 años.

Campos representó al Distrito 2 en el Concejo del condado desde 2004 hasta 2014. En 2015 asumió como delegado estatal en Annapolis, cargo al que renunció después de nueve meses.

Investigación federal

El caso de Campos fue parte de una investigación federal más amplia sobre corrupción de legisladores estatales y propietarios de licorerías.

Ese mismo año, un jurado encontró al ex delegado del estado de Maryland, Michael L. Vaughn, culpable de conspiración y soborno por votar para expandir las ventas de licores dominicales en Prince George’s después de los sobornos de los dueños de las tiendas.

Días antes de que Campos fuera sentenciado, uno de los hombres que se declaró culpable de sobornarlo fue sentenciado a 41 meses de prisión. Young Paig, de 63 años, era un ex propietario de una licorería que pagó a Campos y Vaughn en efectivo por sus votos para cambiar la ley de ventas.

Campos dijo que no podía dar más detalles de su caso porque fue “puesto bajo sello”.

En libertad por COVID-19

Hace siete meses Campos salió de prisión habiendo completado menos de la mitad de su condena.

Esto como parte de una política nacional para liberar a miles de presos con la finalidad de prevenir brotes de coronavirus. “Yo fui sentenciado a 54 meses de cárcel, pero a los dos años me dejaron ir para evitar los contagios del COVID. En la cárcel todos estamos hacinados y es muy fácil la propagación; además no hay manera de conseguir una atención médica oportuna. Antes del coronavirus, yo había pedido una cita con el dentista y me la programaron para 18 meses más tarde”, dijo.

El exlegislador cumplirá el resto de su sentencia en su domicilio. En su tobillo tiene un dispositivo de chequeo, mediante el cual es vigilado.

“Mi oficial de probatoria me entrevista cada cierto tiempo para ver si todo está bien”, dijo.

Rompe el silencio con activismo

Adaptarse a la libertad y superar los estragos del encierro le tomó unos meses a Campos. El solo hecho de ir a una tienda y tener tantas opciones para escoger, en lugar de las limitadas raciones en la cárcel, le causaba ataques de ansiedad. “Los primeros meses fueron muy difíciles. Tenía pesadillas y me costaba relacionarme”, dijo. “Yo estuve dos años y no me imagino cuán trastornados pueden estar aquellos que sirven más tiempo en la cárcel”, añadió.

Tras la experiencia en prisión, Campos busca un nuevo propósito en su vida: concientizar sobre la falta de equidad contra las minorías, especialmente las de raza negra, dentro del sistema judicial. “La experiencia es horrible. Uno no se imagina lo que pasa a fondo… El Sistema amenaza, maltrata y abusa de su poder contra las minorías, que no tenemos los recursos como la población blanca, por lo que es muy fácil mandarnos a la cárcel”, dijo Campos, quien asegura que en prisión fue testigo de varias injusticias contra presos de raza negra.

“Como político yo había escuchado de la disparidad en el sistema judicial, pero no lo había visto, ni palpado de cerca. Ahora tengo una visión más clara”, dijo. “No importa si cometiste un crimen de cuello blanco, para el fiscal eres lo peor de lo peor y te tratan como el mismo diablo para enviarte a la cárcel… En prisión he oído de casos donde los fiscales amenazan a los acusados a fin de que estos se declaren culpables.

Hay un gran porcentaje que no debería estar en prisión, pero por aceptar una falta que no hicieron están pagando condena”, manifestó Campos.

Disparidad en el sistema judicial

La falta de igualdad en el sistema judicial entre la población de raza negra e hispanos en comparación con los blancos es ampliamente documentada.

El informe independiente y bipartidista del Consejo de Justicia Penal, publicado el año pasado, dice que los estados encarcelan a las personas negras a una tasa cinco veces mayor que la de los blancos, una señal de una brecha que se está reduciendo pero aún así es amplia.

Entre las poblaciones penitenciarias estatales en 2000, los afroamericanos fueron encarcelados a una tasa 8,3 veces mayor que la de los blancos, pero en 2016 esa proporción cayó a 5,1.

Entre los hispanos la tasa fue 2,6 veces mayor que la de los blancos en el 2000 y 1,6 en el 2016.

Quiere denunciar el encarcelamiento masivo

Campos regresó a la vida pública con un video donde denuncia el maltrato hacia las personas de raza negra y en el cual tilda al sistema de cárceles como un negocio a costa de las personas de color.

“En este video, analizo la historia del odio hacia los afroamericanos desde la fundación de este país que ha creado una cultura que permite cosas como la brutalidad policial y, por supuesto, el encarcelamiento masivo”, dice.

“La brutalidad policial que estamos viendo es solo una parte del problema. Este país ha convertido el encarcelamiento masivo en un gran negocio, donde miles de personas dependen de un cheque de pago basado en el arresto y procesamiento de alguien. Una vez que usted confía y depende de algo para su vida diaria como un beneficio y hace que sea casi imposible de eliminar, ha creado lo que se llama una ‘trampa de lujo’. En mi opinión, el encarcelamiento masivo se ha convertido en una trampa de lujo para Estados Unidos”, dijo.

El video se puede encontrar en la página www.will-campos.com.

Reencuentro con Dios

El exlegislador dice que en la cárcel se acercó más a Dios. “Pude leer la Biblia completa y conectarme con Dios de una manera profunda”, contó. Un pastor fue su mentor espiritual. “Él era un hombre con un pasado de drogas y maldad, pero transformado en un hombre de Dios. Yo sé en mi corazón que Dios quería que yo lo conociera.

Me enseñó tanto de la Biblia y la Palabra de Dios como nadie en mi vida”, dijo.

En los más de 24 meses que pasó en prisión, Campos encontró respaldo en su familia y amigos. “Mi madre estuvo conmigo de manera incondicional”, dijo. También se refirió a su ex esposa, Belén Barriga, como un pilar. “Sin ella hubiera sido más difícil”, añadió.

Pese a que no sabe a qué camino lo llevará el activismo, Campos confía en los nuevos comienzos. “Sé que Dios me está dando otra oportunidad”, dijo.

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