En una entrevista publicada el lunes por la noche, dos altos funcionarios entrantes de la administración de Joe Biden, Jake Sullivan y la embajadora Susan Rice, describieron un nuevo enfoque de política para la migración global, específicamente de América Central.
Discutieron los planes de la administración para poner fin a los Protocolos de Protección Migratoria (MPP, o también conocido como “Permanecer en México”), ampliar el acceso al asilo a través de una serie de cambios en las políticas de la era Trump, coordinar un plan regional en Centroamérica y abordar la las causas fundamentales de la migración, incluida la corrupción y los desastres naturales más recientes que afligen a la región.
Los funcionarios también advirtieron que el proceso tomaría tiempo debido al alcance y la complejidad de los cambios necesarios.
Nicole Melaku, directora ejecutiva de la Asociación Nacional para Nuevos Estadounidenses (NPNA), emitió la siguiente declaración en respuesta:
“Felicitamos al presidente electo Biden, al vicepresidente electo Harris ya toda la administración entrante por su compromiso de poner fin a las políticas migratorias bárbaras e inhumanas de la administración Trump. Desde eliminar las leyes de asilo hasta poner fin a los programas de refugiados en América Central, duplicar la detención familiar y burlar las protecciones del debido proceso, la administración actual ha mostrado un desprecio total por la vida humana y subvertido nuestros valores nacionales de compasión, refugio y dignidad.
Damos la bienvenida al nuevo enfoque de la administración Biden para dar la bienvenida a los solicitantes de asilo, alejándose de las políticas de la era Trump centradas en la detención que se burlaban del debido proceso y, en cambio, se enfoca en desarrollar un sistema regional para abordar las causas fundamentales de la migración. Resolver problemas complejos requiere soluciones complejas. Si bien este enfoque integral llevará tiempo, instamos a la administración entrante a actuar de la manera más rápida y audaz posible para restaurar el asilo y los derechos humanos. Es una cuestión de vida o muerte para decenas de miles de personas que se ven obligadas a huir de sus hogares en busca de un refugio seguro cada año.
El pueblo estadounidense no tolerará el continuo abuso de poder que ha proliferado bajo la presidencia de Trump y el grave daño infligido a los niños, las familias y todos aquellos que buscan seguridad y una vida mejor en nuestro país. Nuestras políticas deben reflejar la voluntad de los estadounidenses. Ahora es el momento de alejarse de la criminalización masiva, el control fronterizo y las políticas sádicas contra el asilo para garantizar que Estados Unidos vuelva a ser un faro de esperanza para quienes buscan refugio en todo el mundo”.