La seguridad es una prioridad cada día mayor en Washington DC, donde este miércoles se celebrará la toma de posesión del demócrata Joe Biden en la presidencia estadounidense luego de su victoria en las elecciones del 3 de noviembre de 2020.
No solo el Capitolio y sus alrededores se encuentran bajo el seguimiento de cuerpos de seguridad nacional, también otras zonas de la capital de alcance masivo están cerradas al acceso al público.
Este lunes, en el día de Martin Luther King, fue cerrado el ingreso a las áreas correspondientes a su monumento, acción motivada por la precaución ante posibles hechos violentos luego del asalto a la sede del Congreso el pasado 6 de enero.
La cadena de noticias CBS anunció que el Servicio Secreto y el Servicio de Parques Nacionales mantendrán cerrada el área hasta este jueves.
Además de este, el National Mall y el monumento a Washington también vieron cerrados sus accesos hasta el 21 de enero por precaución.
Las alarmas se encendieron en la capital del país luego de que el 6 de enero se viviera un hecho sin precedentes, cuando un grupo de simpatizantes del presidente Donald Trump que participó en una concentración en Washington DC decidieron seguir el llamado del mandatario y llevar su protestas en rechazo al triunfo de Biden al Capitolio.
El edificio gubernamental celebraba en ese momento el inicio del proceso de certificación del triunfo del demócrata en los comicios; sin embargo, el evento tuvo que ser pausado cuando la turba irrumpió en el sitio.
El hecho dejó saldo de cinco fallecidos, más de una docena de oficiales de la policía heridos y más de un centenar de arrestados.
Tensión
Los funcionarios de Defensa de Estados Unidos aseguran que el gobierno federal está realizando una investigación en busca de posibles amenazas internas entre los 25 mil soldados de la Guardia Nacional que han comenzado a llegar hacia Washington DC para asegurar la Inauguración, a medida que se intensifican las preocupaciones sobre el extremismo en las filas.
Esta es una precaución adicional después de conocer que varios alborotadores pro-Trump, involucrados en el asalto al Capitolio, resultaron tener vínculos militares, lo que generó dudas sobre el sentimiento extremista dentro de las fuerzas armadas.
Un funcionario de defensa estadounidense, que habló bajo condición de anonimato para discutir los delicados preparativos, dijo que el Ejército está trabajando con el FBI para investigar a todos los miembros del servicio que apoyan en la Inauguración.
