CONTROVERSIAL. El término “turismo de vacunas” se ha hecho común en los países latinoamericanos y es una cuestión de polémica internacional. | FOTO: People vector created by freepik - www.freepik.com
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Desde marzo, Miguel Ángel Castedo era elegible para obtener la vacuna contra el COVID-19, pero el solo hecho de saber que sus padres en Bolivia no tenían esa oportunidad lo hacía sentir incómodo. “Sentía como un cargo de conciencia al saber que yo podía vacunarme y mis padres —que son más vulnerables— no tenían esa oportunidad”, contó Castedo, residente en Alexandria, Virginia.

Castedo y su hermano decidieron traer a su madre desde Santa Cruz, Bolivia, para vacunarse. “Es una cuestión de supervivencia”, dijo.

El boliviano viajó a su país y regresó con su madre hace tres semanas. A los dos días de estadía, madre e hijo ya estaban recibiendo la vacuna de Pfizer. “Nos vacunamos juntos y ya vamos por la segunda dosis”, expresó a El Tiempo Latino el martes 27 de abril.

En Fairfax, la peruana Mariela Saavedra, está preparando su casa para recibir a varios familiares de Perú y El Salvador.

Saavedra, quien perdió a su madre por causa del COVID-19 en Perú, dijo que ella alojará a su hermana, sobrinos y primos entre mayo y junio.

“Llegarán mi hermana y dos sobrinos desde El Salvador”, contó.

La primera semana de mayo hospedará a cuatro familiares que llegarán de Lima y a fin de mes a otros tres más, también de Perú.

El turismo de vacunas está creciendo cada vez más, con un gran número de personas que viajan a varias ciudades de Estados Unidos con la intención de inmunizarse y el área de Washington no es la excepción.

“Conozco varias personas que han llegado de Latinoamérica para vacunarse. La mayoría tiene familiares aquí, pero otras que son pudientes buscan donde hospedarse”, expresó en forma anónima, a El Tiempo Latino, una rastreadora de contactos, que trabaja con una organización para el Departamento de Salud de Maryland.

Los rastreadores de contactos son personas que se comunican con los recién diagnosticados de COVID-19 pidiéndoles información sobre las personas que podrían haber estado en contacto con ellas. “Nosotros rastreamos los contactos y les informamos que han estado expuestos al COVID-19 por lo que se deben hacer una prueba”, explicó la fuente.

Pese a que no hay información oficial sobre el ingreso de turistas que visitan el país con la intención de vacunarse, algunos reportes dan muestra de ello.

Por ejemplo, en enero el Departamento de Salud de Florida señaló que de las más de 1 millón de personas que recibieron la vacuna hasta ese entonces, 39 mil no eran residentes del estado, según reportó la agencia de noticias EFE.

JUNTOS. Miguel Ángel Castedo, de Alexandria, VA, y su madre Susana Seleme, quien llegó de Bolivia, se vacunaron el mismo día. | FOTO: CORT. MIGUEL ÁNGEL CASTEDO

Desigualdad impulsa a turistas

El término “turismo de vacunas” se ha hecho común en los países latinoamericanos y es una cuestión de polémica internacional.

Ya sea porque los sistemas de salud han colapsado o porque los países más ricos se han quedado con la mayoría de producción de vacunas, las personas están buscando alternativas en el extranjero.

El 83% de las vacunas en el mundo se han administrado en países de mayores ingresos económicos.

Solo el 0,2 % de las dosis se han administrado en países de bajos ingresos, según datos de la Organización Mundial de Salud.

Estados Unidos está a la vanguardia en la inmunización, después de Israel. Hasta el martes 27 de abril el 42,7% de la población había recibido al menos una dosis de la vacuna.

Amarilis Santomé, quien vive en Lima, Perú está a punto de comprar dos pasajes para enviar a su hermana e hija hacia Washington, DC. “Aquí es desesperante la situación. Apenas están vacunando a los ancianos y para que le llegue el turno a mi hija, que tiene 20 años, van a pasar muchos meses. Mientras tanto los contagios continúan en forma alarmante”, dijo.

Santomé tiene una amiga en Fairfax, Virginia, quien le dará hospedaje a su familia. “Si no tuviera mi amiga que las va a alojar sería imposible mandarlas”, expresó.

El doctor Fabián Sandoval, quien dirige la Clínica y Centro de Investigación Emerson en Washington, DC comenta sobre el hecho. “Es una situación crítica, difícil de dar mi opinión. Si alguien quiere ponerse la vacuna no se le puede negar. Pero si eso significa que le está quitando un espacio a uno de nuestros residentes, es complicado”. Sandoval ha colaborado con iniciativas de vacunación masiva en Manassas, Virginia. “En un día hemos vacunado a 600 personas en un supermercado”, señaló el doctor de origen colombiano. En Colombia se ha vacunado al 6% de la población. “Es muy triste que haya tanta necesidad en nuestros países y aquí hay que convencer a la gente para que se apliquen las dosis… Pero qué le vamos a hacer”, dijo.

Lea más sobre la distribución de vacunas a nivel mundial en nuestro especial .

DÚO. Jessenia Palacios, de Fairfax, VA y su madre Silvia Balcázar, quien llegó de Perú en diciembre, se quedó y aprovechó para vacunarse. | FOTO FAMILIAR

Más vacunas disponibles

La percepción del turismo de vacuna cambia a medida que en Estados Unidos se facilita la vacunación. En enero cuando acceder a una vacuna era más complicado, estados como Florida impusieron la norma de comprobar la residencia domiciliaria en el país.

Ahora hay una mayor distribución de vacunas, no sólo la de Pfizer y Moderna sino también la de Johnson & Johnson que consiste en una sola dosis. Y pese a que hay más demanda —porque toda la población a partir de los 16 años está habilitada para recibir la vacuna— hay suficiente abastecimiento.

Es más, organizaciones como Kaiser Health Foundation dicen que a mediados de mayo el suministro nacional de vacunas contra el COVID-19 superará la demanda. Todavía hay incredulidad sobre la eficacia de la vacuna, especialmente entre la población más joven.

Hay localidades que se enfrentan a la posibilidad de perder dosis por el bajo interés de los ciudadanos

No verifican estatus legal

La aplicación de las vacunas para los turistas se facilita dado a que los estados no piden prueba de residencia legal en el país. “Todos los residentes de Virginia, independientemente de su estatus migratorio, tienen acceso a las vacunas. A nadie se le debe impedir recibir la inyección”, dijo recientemente el gobernador de ese estado, Ralph Northam.

En Maryland, el vicepresidente del Concejo del condado de Montgomery, Gabriel Albornoz dijo a El Tiempo Latino que no habían recibido reportes de turistas solicitando la vacuna, pero no descartó el hecho. “No sabemos si está ocurriendo, pero todos los que quieran vacunarse y demuestren que están domiciliados aquí tendrán acceso”, aseguró.

Quienes vienen como turistas se inscriben con la dirección de sus familiares o amigos.

La madre de Jessenia Palacios, quien reside en Fairfax, Virginia, vino de visita desde Perú en diciembre cuando todavía no se había distribuido ninguna vacuna en los Estados Unidos. Se quedó varios meses y aprovechó a inscribirse para inmunizarse. “Es una tranquilidad. Ella ya tiene sus dos dosis”, dijo Palacios.

Mientras que más turistas llegan por las vacunas, las campañas para incentivar a que los propios residentes de Estados Unidos se inmunicen, continúan e inmigrantes como Miguel Ángel Castedo agradecen el hecho de haber traído a su madre para vacunarse.

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