El juego del sábado por la noche entre los Washington Nationals y los San Diego Padres fue suspendido luego de que generara un tiroteo fuera del Nationals Park, en una escena caótica que terminó con fanáticos en el campo y en los dugouts. El hecho ocurrió en South Capitol Street, cerca de una entrada al estadio.
La policía dijo que hubo tres víctimas: una mujer que fue encontrada herida fuera del estadio y otras dos que se presentaron en un hospital poco tiempo después y fueron detenidas. Ashan Benedict, el subdirector ejecutivo de la policía de DC, dijo que la policía cree que el incidente fue un tiroteo desde al menos un automóvil hacia otro; recuperaron uno de los vehículos que se cree involucrado y buscan otro. Una de las personas baleadas era una mujer que asistía al juego, dijo Benedict. Se cree que todas las heridas de las víctimas no ponen en peligro la vida, dijo la policía.
Los oficiales de policía inicialmente tuitearon que había cuatro personas que pensaban que resultaron heridas en el incidente, pero luego actualizaron el número a tres. La policía estaba tratando de determinar qué provocó el tiroteo, pero notó que creen que no estaba relacionado con el juego.
Dentro del estadio
Después del tiroteo, los jugadores fueron sacados del campo y los fanáticos se apresuraron a ponerse a cubierto, escondiéndose detrás de sus asientos o retirándose de la explanada. Otros corrieron hacia el campo o las salidas. Según varias personas en el juego, hubo gritos de un “tirador” que provocó revueltas por todo el parque, desde los asientos del primer nivel cerca de la puerta de la tercera base hasta las secciones del piso superior.
Aproximadamente a los cinco minutos de ese período agitado, cuando nadie estaba seguro de dónde se concentraba el peligro, el locutor de la megafonía aconsejó a los fanáticos que permanecieran dentro del estadio hasta que se resolviera la situación, asegurando que estaba más allá de los muros del parque. Fue entonces cuando un gran número de personas corrió hacia los refugios. La mayoría fueron devueltos a las gradas por los guardias de seguridad, y el parque fue despejado de manera tranquila a las 10:15 p.m., aproximadamente 45 minutos después del tiroteo.
Una vez que el estadio fue despejado, un helicóptero sobrevoló en círculos y había un puñado de autos de policía en la esquina de las calles South Capitol y O, con oficiales reuniendo declaraciones de testigos presenciales.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino
