La ansiedad y el tiempo siguen jugando en contra de miles de inmigrantes, que, por ahora, están amparados al DACA, TPS y el programa para trabajadores agrícolas. El Tiempo Latino habló con Gustavo Cohetzaltitla, un “dreamer”, de origen mexicano-azteca que se reunió junto a inmigrantes de estos grupos con la vicepresidenta Kamala Harris para hablar sobre la situación de incertidumbre que viven.
El tema central fue el camino a la residencia y la ciudadanía, que prometió el presidente Joe Biden durante su campaña y la importancia para todos estos inmigrantes de entrar a un camino seguro que les permita legalizar y estabilizar su situación en el país.
“Yo fui enfocado en tres cosas: Proteger a los campesinos por las condiciones extremas del impacto del cambio climático, proteger a otros como yo que están en esta situación y compartir mi historia”, dijo Gustavo en una plática muy sincera que tuvo con este periódico a la salida de la reunión en el centro de Washington DC.
Gus, como le dicen sus amigos, le habló a la vicepresidenta Harris de todo el esfuerzo que realizan los trabajadores agrícolas; pues, sus padres son parte de este grupo y además, conoce muchas personas cercanas a su familia que trabajan hasta durante el invierno en los campos del estado de Washington.
“Hablé con ella de mis papás, de personas que conozco bien, porque en el estado de Washington hay muchos campos de cultivos en los que en el invierno mucha gente trabaja recolectando los arándanos con la nieve hasta las rodillas, con tormentas de nieve y lo han hecho incluso durante la pandemia”, narró el joven.
Según Gus, muchas personas desconocen todo el esfuerzo y el trabajo que realizan los inmigrantes en los campos de cultivos, para garantizar que las grandes ciudades y el país tengan alimentos frescos. “Muchas personas se sorprenden cuando escuchan estas historias, porque trabajar en esas condiciones es difícil”, señala.
Este joven “dreamer” recalcó en su conversación con la vicepresidenta que los padres de muchos amparados bajo el programa DACA han tenido que realizar trabajos extenuantes y decidieron traerlos a EEUU aún en situación irregular para darles una mejor vida. Las historias conmovieron hasta las lágrimas a la vicepresidenta.
“Platicar uno a uno con la vicepresidenta sobre la migración es algo único. Compartimos nuestras historias con Kamala Harris, cantamos y lloramos junto a ella. Siempre hay historias diferentes, quizá otros en mi situación que están como atascados, viven pensando ‘oh tengo dos años más de DACA’. Vivimos asustados por lo que pase después porque no hay respuesta de inmigración o porque no podemos renovar los permisos”, narra el joven.
Gus es el mayor de cinco hermanos, pero es el único que no nació en Estados Unidos. Llegó al país cuando tenía diez meses de edad y está consiente que sin la reforma migratoria su familia puede ser separada y le preocupa la situación de sus hermanos.
“Mis hermanos son todos ciudadanos, hay dos bebés. Si algo les llegara a pasar, si llegaran a deportar a mis papás o si tuviéramos que separarnos ellos se tendrían que ir con mis papás”, dice con preocupación en sus ojos.
Empresario y activista en su comunidad
Gus es empresario, después de terminar sus estudios en la universidad fundó su empresa de servicios financieros. La idea de estas reuniones con la vicepresidenta y con altos funcionarios de la Administración del presidente Joe Biden, es compartir las historias de los inmigrantes para que los funcionarios sepan qué contribuyen al país.
“Muchos de nosotros (dreamers) también trabajamos en profesiones financieras. Tener DACA me ha ayudado a generar ingresos para mí y para mi familia. Es lamentablemente que por lo que pasa, perdemos el trabajo, por cosas como la decisión de la Corte Suprema, otros con DACA o TPS ya no pueden aplicar o renovar sus permisos de trabajo”, dijo el joven.
Gus quisiera ampliar su empresa, para poder ayudar más a sus padres y con el objetivo de hacer negocio o alianzas con otras empresas y generar empleos para otros, pero debido a la situación de inestabilidad migratoria en la que se encuentra hoy como beneficiario del DACA, se siente limitado para hacerlo. Por ahora, se dedicará, como lo hace desde hace un año, a seguir apoyando la causa de los inmigrantes.
“Mi plan, por hoy, es seguir luchando por los derechos de los trabajadores, no importa que todo cambié para mí. Hace un año me sumé a esto, no sé por qué, si fue por miedo o por algo, pero sentí que no estaba apoyando a mi comunidad, a mis papás. Ahora sé que seguiré luchando, porque en un año, mi vida ha cambiado y he aportado cosas buenas a otras vidas”, dice el joven.
Y continúa: “No voy a olvidar que tuve la oportunidad de ser la voz de los inmigrantes, de los dreamers, de los campesinos… de todos. Después de este viaje a DC regreso contento a casa, pero sé que no hay que perder las esperanzas, porque estamos muy cerca, pero a la vez muy lejos de la victoria en este tema”.
Residencia y seguridad
Entre los asistentes a la reunión con Harris, también estuvo Angélica Salas, directora de CHIRLA, una de las organizaciones que apoya y trabaja con los inmigrantes en Estados Unidos.
Salas explicó que la petición del grupo que se reunió con la vicepresidenta fue directa y clara: asegurar el camino a la residencia y a la ciudadanía, como lo prometió el presidente Biden durante la campaña electoral, principalmente para los “dreamers”, tepesianos y trabajadores agrícolas.
“Fuimos muy específicos con nuestra demanda que es asegurar que ella apoye el camino a la ciudadanía y la oportunidad de la residencia permanente. Le pedimos que utilice su poder que ya tiene para que en el Congreso podamos pasar este camino a través del presupuesto, pues ahí necesitamos solo 50 votos y ella sería la que desempataría, con su voto este proceso”, señaló Salas
Tanto los inmigrantes como los representantes de las organizaciones coinciden en que la vicepresidenta mostró el compromiso que tiene la Administración Biden para cumplir la promesa de legalizar a miles de personas que están en situación irregular o inestable. Pero además están conscientes que el camino no será fácil.
“Sentimos que ella se comprometió con nosotros, ella tiene mucha empatía como hija de inmigrantes, los jóvenes tuvieron una demanda muy específica que ella fuera la que resolviera esta situación para los inmigrantes que por tanto tiempo han vivido en esta situación. Esto va a ser muy difícil nos dijo ella”, afirmó Salas.
La semana pasada, fuentes cercanas a la Casa Blanca dijeron a el Tiempo Latino que es muy probable que en las próximas semanas, los demócratas en el Congreso logren la aprobación del Plan de Reconciliación que permitiría que miles de dreamers, tepesianos y trabajadores agrícolas puedan iniciar procesos de residencia permanente.
Por Carmen Rodríguez – Especial para El Tiempo Latino