

Si estás leyendo esto, es probable que hayas experimentado algunas barreras culturales en tu vida diaria, como por ejemplo el idioma, quizás en una tienda o en un evento deportivo local. Esto es inconveniente, pero comprensible.
Pero, ¿qué pasaría si no te entienden cuando necesitas atención médica?¿O cuando estás en la búsqueda de una casa nueva?
El norte de Virginia es el hogar de los dos condados con mayor diversidad étnica de Virginia: Prince William y Fairfax, ambos con una población de aproximadamente de 25% y 17% de latinos, respectivamente, según datos del último censo. Asimismo, es un lugar al que me enorgullece llamar “hogar” (Alexandria).
Nací en El Salvador y mis padres nos llevaron a los Estados Unidos, a mí y a mis cuatro hermanos, en busca de una oportunidad. Trabajamos duro para asegurarnos que sus sacrificios no fueran en vano. Después de la educación secundaria, acudí al Northern Virginia Community College, luego me transferí a la Universidad de James Madison para obtener mi licenciatura, y luego comencé mi viaje a través del mundo de la política educativa.
Desafortunadamente, con todo lo que está sucediendo en nuestro mundo hoy, la experiencia y el privilegio que tuve no es la norma.
Durante el año académico 2021, el 12.5% de los estudiantes con créditos de las universidades comunitarias de Virginia eran latinos, muy por debajo de las cifras de población del estado.
Existe una sub representación en el grupo de estudiantes matriculados, esa disparidad es aún más evidente cuando se analizan carreras como las relacionadas a la atención médica, un campo en el que es importante la comunicación considerando las diferencias lingüísticas y culturales ya que se busca una atención de calidad en la que los resultados son de vida o muerte.
Según New American Economy, los latinos constituyen una gran parte de la fuerza laboral de la salud en todo el país con 2.2 millones de trabajadores. Este número es una gran base, sin embargo en Virginia, se experimenta una disminución en el número de latinos que buscan algún tipo de educación, especialmente en campos críticos como la atención médica.
Entre los años académicos 2013-2020, las matrículas de estudiantes latinos en los colegios universitarios comunitarios de Virginia aumentaron de 1% a 6% por año. Sin embargo, cuando se observan las cifras de matrícula de otoño de este año, la cantidad de estudiantes latinos se reduce en un 12%.
La pregunta es ¿por qué?
Los factores obvios son la pandemia de COVID-19 y las desigualdades que nuestra comunidad ha enfrentado como consecuencia de ella. El Centro de Investigación Pew reveló que el 52% de los latinos conocían a alguien que fue hospitalizado o murió debido a COVID-19, y que el 49% dijo que ellos o alguien en su hogar perdió su trabajo o recibió un recorte salarial durante la pandemia.
Según los datos de los colegios comunitarios de Virginia, se retiene un porcentaje más alto de estudiantes hispanos semestre tras semestre en comparación a otras etnias. El año pasado, casi el 14% de todos los graduados de colegios comunitarios en Virginia eran latinos. Asimismo, gracias a nuevas fuentes de asistencia financiera, como G3 (que proporciona el último dólar de matrícula para estudiantes que estudian carreras como tecnología de la información, atención médica, educación infantil y otros campos de alta demanda), ahora es más factible y viable que antes asistir y completar un programa en alguno de los colegios comunitarios de Virginia.
*
Pero hay un lado positivo: existe una oportunidad de cambio y equidad en nuestra comunidad.
*
Los colegios comunitarios de Virginia brindan capacitación en atención médica a corto plazo, como por ejemplo, auxiliares de enfermería certificados, asistentes médicos clínicos y técnicos en flebotomía hasta puestos de grado asociado como enfermeros/as registradas, higienistas dentales y otros.
Northern Virginia Community College (NOVA), donde mis hermanos y yo asistimos, por ejemplo, atiende al 61% de los estudiantes latinos matriculados en algún colegio comunitario de Virginia. NOVA tiene defensores de DACA para apoyar a los estudiantes a través de un proceso burocrático desafiante para obtener asistencia financiera y cuenta con programas de ESL (Inglés como Segunda Lengua) para ayudar a los estudiantes a superar cualquier barrera idiomática. Las clases y los exámenes son en inglés, pero eso no debería ser un impedimento para nuestra comunidad.
Para que haya diversidad en nuestra fuerza laboral, debemos ayudar a mejorar nuestra comunidad y llevarlos por un camino educativo apropiado. Necesitamos conectarnos entre nosotros, con los recursos y las personas que puedan ayudarnos a avanzar hacia un mayor conocimiento de carreras estables y salarios dignos. Nuestra comunidad es mejor con una fuerza laboral y una economía más diversas y equitativas.
Soy un punto de prueba. Es posible.