La historia de Bryan Johnson es impresionante. A sus 45 años decidió detener el paso del tiempo y su lucha va más allá de usar bótox o recurrir a cirugías plásticas. El empresario californiano invertirá cerca de $2 millones para lograr que su cuerpo sea como el de un joven de 18 años.
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A través de una del programa Blueprint, que lleva a cabo con el médico especialista en medicina regenerativa Oliver Zolman, Johson se somete a docenas de procedimientos médicos de forma mensual y luego hace seguimiento de los efectos en su cuerpo. “El cuerpo adquiere una configuración determinada a los 18 años”, afirma. “Este es realmente un enfoque apasionado para alcanzar los 18 años en todas partes”, reseña Bloomberg.
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Los programas más caros, que ascienden a 1.000 dólares la hora para personas del grupo de Johnson, incluyen muchas pruebas, terapias y dispositivos de ayuda a la salud. (No cobra si el paciente no ve resultados.) Johnson, sin embargo, es el único cliente que va tan fuerte.
- Las pautas que sigue el empresario incluyen una dieta de 1.977 calorías veganas al días, una hora de ejercicio diaria con tres días de actividad de alta densidad, una rutina de sueño que implica dormir a la misma hora todas las noches, después de dos horas con gafas que bloquean la luz azul.
- Johnson controla constantemente sus constantes vitales. Además, cada mes se somete a docenas de procedimientos médicos, algunos bastante extremos y dolorosos, y luego mide sus resultados con análisis de sangre adicionales, resonancias magnéticas, ecografías y colonoscopias.
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- Hay algunos signos evidentes de que Johnson está al menos más sano que la mayoría de las personas de 45 años. Su grasa corporal oscila entre el 5% y el 6%, lo que deja a la vista sus músculos y venas.
- Sus resultados sugieren que tiene el corazón de una persona de 37 años, la piel de una de 28 y la capacidad pulmonar y la forma física de una de 18. “Todos los marcadores que estamos siguiendo han mejorado notablemente”, afirma uno de sus doctores.
¿Qué dicen los médicos que atienden a Johnson?
“Trato a atletas y a famosos de Hollywood, y nadie va tan al límite como Bryan”, dice Jeff Toll, internista del equipo. Todo el trabajo, dicen los médicos, ha empezado a dar sus frutos: El cuerpo de Johnson es, como ellos lo miden, cada vez médicamente más joven.
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Zolman, licenciado en medicina por el King’s College de Londres, es más comedido. Subraya que su trabajo con Johnson no ha hecho más que empezar y que les quedan cientos de procedimientos por explorar, incluida una serie de terapias génicas experimentales. “No hemos logrado ningún resultado destacable”, afirma. “En Bryan hemos logrado resultados pequeños y razonables, y era de esperar”.
- Johnson dice que las personas no tienen la información más importante que necesitan para llevar una vida saludable: que ver los datos en blanco y negro puede ayudar a las personas a romper hábitos destructivos. “Puedes mirar tu cuerpo y tu situación y dejarlo en manos de la fuerza de voluntad”.
- Zolman está convencido de que el progreso en el campo de la longevidad requiere una búsqueda más concertada de medicamentos y terapias que parezcan de algún modo prometedores.
- No hay ninguna persona en el mundo que tenga 45 años cronológicos pero 35 en todos los órganos”, afirma Zolman. “Si finalmente podemos demostrar clínica y estadísticamente que Bryan ha hecho ese cambio, entonces será un tamaño de efecto tan grande que tendrá que ser causal de la intervención y más allá de lo genéticamente posible”.
El día a día de Bryan Johnson
Cada mañana, a partir de las 5, Johnson toma dos docenas de suplementos y medicamentos. Licopeno para la salud de las arterias y la piel; metformina para prevenir los pólipos intestinales; cúrcuma, pimienta negra y raíz de jengibre para las enzimas hepáticas y reducir la inflamación; zinc para complementar su dieta vegana; y una microdosis de litio, según él, para la salud cerebral.
Luego se entrena durante una hora, con 25 ejercicios diferentes, y toma un zumo verde repleto de creatina, flavanoles de cacao, péptidos de colágeno y otros nutrientes. A lo largo del día, come algo de comida sana (ya llegaremos a eso), con recetas adaptadas a los resultados de sus últimas pruebas.
Después de comer, Johnson se cepilla los dientes, se limpia con Waterpiks y se pasa el hilo dental antes de enjuagarse con aceite de árbol de té y aplicarse un gel antioxidante. Sus médicos dicen que tiene la inflamación de encías de un joven de 17 años.
Para determinar ese tipo de progreso, dice Zolman, realiza un seguimiento de 10 o más mediciones diferentes de cada uno de los órganos de un paciente. Con el cerebro, por ejemplo, utiliza una serie de resonancias magnéticas y ecografías para hacer un seguimiento del flujo sanguíneo, el volumen de tejido, la cicatrización, la inflamación y el crecimiento de placas en el cerebro, los ventrículos, el mesencéfalo, el cerebelo, la hipófisis y el tronco encefálico, y complementa esas mediciones con pruebas de capacidad cognitiva y extracciones de sangre.
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Hay un régimen y una serie de mediciones para cada parte del cuerpo de Johnson. Ha tomado 33.537 imágenes de sus intestinos, ha descubierto que sus pestañas son más cortas que la media y ha sondeado el grosor de su arteria carótida. Se aplica pulsos electromagnéticos en el suelo pélvico para mejorar el tono muscular en zonas de difícil acceso y tiene un dispositivo que cuenta el número de erecciones nocturnas. Últimamente, también se presenta como un adolescente en ese aspecto.
Todos los días se mide el peso, el índice de masa corporal y la grasa corporal, y controla la temperatura corporal en vigilia, la glucosa en sangre, las variaciones de la frecuencia cardiaca y los niveles de oxígeno mientras duerme. También se somete a un flujo bastante constante de análisis de sangre, heces y orina, así como a resonancias magnéticas y ecografías de todo el cuerpo, además de pruebas periódicas dirigidas más específicamente a sus riñones, próstata, tiroides y sistema nervioso.
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Para reparar los daños causados por el sol en su piel, Johnson se aplica siete cremas diarias y se somete a exfoliaciones semanales con ácido y terapia láser, y ha empezado a mantenerse alejado del sol. Para mejorar la audición de su oído izquierdo (que se resintió en sus viajes de caza a Utah durante la infancia), hace terapia de sonido, que pone a prueba los límites de las frecuencias que puede oír y luego produce sonidos inaudibles que estimulan las células del oído y el cerebro. Sin embargo, ha rechazado muchas de las modas de salud favoritas de Internet, como el resveratrol, los baños de hielo y las altas dosis de testosterona.
Los médicos de su equipo ayudan con las exploraciones y pruebas, leen los resultados y ofrecen consejos sobre lo que es seguro y lo que podría ser peligroso. En un momento dado, la grasa corporal de Johnson había descendido al 3%, lo que amenazaba el buen funcionamiento de su corazón. Su equipo le recomendó modificar su dieta y comer más a lo largo del día, en lugar de consumir todas las calorías en el desayuno.
