El jueves 2 de marzo se pudo observar en el cielo un evento astronómico llamado “beso celestial”, entre la Luna, Júpiter y Venus. Los astros se alinearon para brindar un hecho que no se repetirá hasta el año 2025.
El evento astronómico inició desde el 21 de febrero y continuó los primeros días de marzo. La Tierra, La Luna, Júpiter y Venus se alinearon y se acercaron considerablemente, algo que se conoce como conjunción.
Dicho fenómeno se caracteriza por la “cercanía” que tendrán estos planetas. A pesar de estar a una distancia de 321 mil millones de kilómetros entre Júpiter y Venus.
La conjunción se debe a que las órbitas siguen cada uno alrededor del Sol, por lo que se ve como una ilusión óptica visible desde la Tierra.
Para ver el recorrido de Júpiter y Venus no se necesitó binoculares o telescopios, ya que se podían observar a simple vista.
De tal modo, ambos planetas se distinguieron, ya que Venus lució más brilloso e intenso que Júpiter.
Otro factor necesario para ver el fenómeno fue buscar un sitio con poca contaminación lumínica: desde los puntos más alejados de la ciudad hasta de zonas muy despobladas.
Por su parte, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comunicó una serie de datos sobre la esperada alineación entre Júpiter y Venus, los dos planetas más brillantes.
“Los planetas estarán separados por una distancia angular de 30º. Lo que equivale al espacio que ocupa el pulgar levantado frente al rostro con el brazo estirado”, afirmó la institución previo al fenómeno.
Destacaron que la Luna, entre ambos planetas a simple vista, se vería de un color más cenizo debido a la luz reflejada desde la Tierra.
“En 2024 la conjunción ocurrirá muy cerca del Sol, por lo que no se podrá observar”, además añadieron que el volumen de Júpiter es casi 1 mil 500 veces mayor que el de Venus.
Esta nota se publicó inicialmente el jueves 2 de marzo y se actualizó el 3 de marzo.