Unas zapatillas color rojo rubí usadas durante la grabación de El Mago de Oz y robadas en 2005 están valoradas actualmente en $3,5 millones.
Terry Martin fue acusado casi 20 años después por un jurado del Tribunal de Distrito de Minnesota por robar unas zapatillas rojas que usó Judy Garland en el clásico de Hollywood y que el FBI recuperó en una operación encubierta en 2018.
Los fiscales aseguraron en un comunicado que el par de zapatos estaban asegurados por $1 millón en el momento del robo e informaron que este icónico calzado es "un objeto del patrimonio cultural del cuidado, custodia o control de un museo".
Son uno de los cuatro pares restantes que Judy Garland usó como Dorothy en el clásico musical de MGM, estaban en préstamo en el Museo Judy Garland de Grand Rapids, en Minnesota, cuando se produjo el robo hace 18 años.
Al parecer, el hombre entró en el museo por una ventana y rompió la vitrina que contenía las zapatillas. Estas son famosas por su relación con la memorable cita de la película: "No hay lugar como el hogar".
En los años que siguieron al robo, se ofrecieron varias recompensas para recuperar las zapatillas de rubí, incluida una suma de un millón de dólares aportada por un donante anónimo de Arizona.
El calzado está hecho de una combinación de materiales, como pulpa de madera, hilo de seda, gelatina, plástico y cristal. Las lentejuelas aportan la mayor parte del color rubí, mientras que las cuentas de cristal rojo adornan los lazos.
La recuperación por parte del FBI comenzó cuando un particular informó a la aseguradora de las zapatillas de El mago de Oz en 2017 y que podía ayudar a recuperarlas.
Tras una investigación de casi un año, el calzado fue encontrado en Minneapolis. En el momento del robo, las zapatillas estaban prestadas por el coleccionista de recuerdos de Hollywood Michael Shaw.
Los otros tres pares de pantuflas que llevó Garland en El mago de Oz están en posesión de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, la Smithsonian Institution y un coleccionista privado.
Este calzado no solo simboliza la historia del cine, sino también la artesanía y la creatividad de los artistas y diseñadores que contribuyeron a la realización de El mago de Oz.