Una madre de Florida recibió un disparo y murió después de ir a la casa de su vecina a reclamarle porque le gritó a sus hijos.
Ajike Owens, de 35 años, recibió un disparo mortal tras acudir al apartamento en Ocala de su vecina, quien antes le había gritado a sus hijos y le lanzó un par de patines que golpeó a uno de ellos. Los niños jugaban cerca de la casa de la victimaria.
En rueda de prensa el sheriff del condado de Marion, Billy Woods, dijo a los medios que la tragedia fue la violenta culminación de una disputa que mantenían las mujeres desde hace dos años y medio.
Los agentes que respondieron a una llamada por allanamiento de morada en el apartamento el viernes por la noche encontraron a Owens con heridas de bala. La madre de cuatro hijos fue trasladada a un hospital cercano, donde murió. Ocala está a unos 110 kilómetros al noroeste de Orlando.
"Ojalá nuestra tiradora nos hubiera llamado en lugar de tomarse la justicia por su mano", dijo Woods. "Ojalá la señora Owens nos hubiera llamado con la esperanza de que nunca hubiéramos llegado al punto en el que estamos hoy".
Desde enero de 2021, dijo Woods, los agentes respondieron al menos media docena de veces en relación con la disputa entre Owens y la mujer que le disparó. La oficina del sheriff no ha arrestado ni identificado al tirador.
Woods dijo que los detectives están trabajando con la Oficina del Fiscal del Estado y deben investigar los posibles reclamos de defensa propia antes de que puedan avanzar con cualquier posible cargo criminal.
El sheriff señaló que, debido a la ley "stand your ground" de Florida, no puede efectuar legalmente una detención a menos que pueda demostrar que el tirador no actuó en defensa propia.
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Antes del tiroteo, los hijos de Owens habían estado jugando en un campo cercano al apartamento de la tiradora. Más tarde, cuando Owens se enfrentó a la mujer en su apartamento, se produjo una discusión y la mujer disparó a Owens a través de la puerta principal, según la policía.
El abogado de derechos civiles Benjamin Crump, que representa a la familia de Owens, afirmó en un comunicado que la autora de los disparos había gritado insultos racistas a los niños antes del enfrentamiento con su madre. Owens y sus hijos son negros.
La oficina del sheriff no ha confirmado que se profirieran insultos ni ha dicho si la raza fue un factor en el tiroteo.
Woods también dijo que no han entrevistado a los hijos de Owens, que presenciaron el tiroteo, porque los investigadores quieren primero que los terapeutas infantiles trabajen con ellos. La mayor parte de la información que tienen los ayudantes del sheriff proviene del tirador, dijo Woods.
"Hubo mucha agresividad por parte de ambos, de ida y vuelta", dijo Wood que dijo el tirador a los investigadores. "Ya sea golpeando las puertas, golpeando las paredes y las amenazas que se hicieron. Y en ese momento es cuando dispararon a la señora Owens a través de la puerta".
Woods estuvo acompañado en su conferencia de prensa por líderes de la comunidad y un abogado local contratado por la familia, Anthony Thomas. Su único mensaje fue un llamamiento a la paciencia mientras la oficina del sheriff llevaba a cabo su investigación.