Una fiesta de barrio en Baltimore se tornó trágica durante el fin de semana festivo, transformándose en una escena violenta que se cobró dos vidas y causó heridas a 30 personas, entre ellas varios menores, según declararon las fuerzas del orden locales.
La policía de Baltimore está buscando activamente a varios sospechosos que se cree que están relacionados con el tiroteo.
El impactante suceso tuvo lugar en la parte sur de Baltimore, concretamente en la zona de Brooklyn Homes. Las fuerzas del orden siguen investigando las circunstancias que condujeron al incidente de la madrugada del domingo.
Durante una rueda de prensa, el comisario de policía en funciones de Baltimore, Richard Worley, reveló que 30 personas fueron presa de este acto de violencia, y se sospecha que un número considerable de ellas eran menores de 18 años.
A pesar del incansable trabajo de las fuerzas del orden, aún no se ha informado de ninguna detención. El comisario Worley se refirió a la incertidumbre de si el tiroteo fue un acto de violencia selectivo o aleatorio, pero confirmó la participación de múltiples tiradores.
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El tiroteo de Baltimore forma parte de una serie de sucesos violentos que han perturbado las celebraciones del 4 de julio en todo el país.
Un incidente similar ocurrido en Kansas se saldó con un tiroteo en un club nocturno en el que siete personas resultaron heridas de bala y dos fueron hospitalizadas a consecuencia del pánico que se desató.
El aumento de la violencia en Baltimore se produce mientras los fiscales federales insisten en sus esfuerzos por combatir la delincuencia violenta en la ciudad.
A pesar de que este año la ciudad ha registrado casi 130 homicidios y unos 300 tiroteos, estas cifras son en realidad inferiores a las estadísticas del año anterior correspondientes al mismo periodo.
Al recordar el incidente, el comisario Worley declaró que nueve víctimas fueron trasladadas a hospitales en ambulancia, mientras que otras 20 llegaron a pie.
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Las edades de las víctimas oscilaban entre los 13 y los 32 años, siendo la mayoría menores de 18 años. Las víctimas fallecidas fueron identificadas como Aaliyah González, de 18 años, y Kylis Fagbemi, de 20 años.
Al expresar su pesar por el incidente, el gobernador Wes Moore dio el pésame a las víctimas, a sus familias y a la comunidad de Baltimore, y prometió que el estado seguiría esforzándose por prevenir actos de violencia tan devastadores.
El examen exhaustivo de la escena del crimen consumió un tiempo considerable de los investigadores. Worley declaró también que la fiesta del barrio, que carecía de permiso, no había sido vigilada por la policía.
Sin embargo, algunos residentes locales afirmaron que la policía había asistido al evento en años anteriores. El evento, que se celebra anualmente en julio, festeja el barrio de South Baltimore, una mezcla de modestas casas adosadas y viviendas públicas.
Mel Johnson, residente local, contó cómo al principio confundió los disparos con fuegos artificiales. Destacó la peligrosidad del barrio, especialmente con la combinación de individuos jóvenes y alcohol.
