Esta semana, en medio de las celebraciones por el 4 de julio, en Estados Unidos la violencia armada dejó al menos 14 muertos y casi 60 heridos, entre ellos un niño de solo dos años. Los tiroteos se registraron en Washington, D.C., Luisiana, Florida, Filadelfia, Texas y Baltimore.
En Shreveport (Luisiana), al menos tres personas murieron y otras diez resultaron heridas el martes por la noche, según informó la sargento Angie Willhite, de la policía de Shreveport. Uno de los heridos se encontraba en estado crítico el miércoles, pero se espera que los demás sobrevivan, dijo. No se han producido detenciones.
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Las celebraciones del Día de la Independencia en la capital de la nación también se tornaron violentas cuando nueve personas que se encontraban disfrutando de las festividades fueron tiroteadas y heridas a primera hora del miércoles, según informó la policía.
Los agentes que acudieron en torno a la 1 de la madrugada al tiroteo masivo en un barrio situado a unos 20 minutos en coche al este de la Casa Blanca encontraron entre las víctimas a un niño de 9 años y a otro de 17, informó la subjefa del Departamento de Policía Metropolitana, Leslie Parsons. Las víctimas, que no fueron identificadas públicamente, fueron hospitalizadas con heridas que no se consideraron potencialmente mortales, dijo la policía.
En Florida, se produjo un tiroteo tras un altercado entre dos grupos reunidos para las celebraciones del 4 de julio en una calzada que cruza la bahía de Tampa, en el que murió un niño de 7 años, según la policía.
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Los investigadores dijeron que el niño estaba sentado en un camión con su abuelo el martes cuando se disparó una bala contra el vehículo, alcanzando al hombre mayor en la mano y al niño en la cabeza.
El lunes por la noche, un tirador con chaleco antibalas abrió fuego en las calles de Filadelfia, matando a cinco personas e hiriendo a dos niños de 2 y 13 años, antes de rendirse, según informó la policía.
Tres personas murieron y otras ocho resultaron heridas cuando varios hombres dispararon indiscriminadamente contra una multitud de cientos de personas que se había congregado en un barrio de Texas tras la celebración de un festival en la zona, según informaron las autoridades. El tiroteo en el barrio de Como, en Fort Worth, se produjo a última hora de la noche del lunes, unas dos horas después de que finalizara el festival anual ComoFest.
Treinta personas fueron tiroteadas, dos de ellas mortalmente, en una fiesta celebrada en Baltimore a primera hora del domingo. Muchas de las víctimas eran niños, según las autoridades.