Si algunas vez has escuchado de los “sueños lúcidos” como algo sobrenatural o completamente desconocido, déjanos decirte que sí existen y se han estudiado.
¿Quiere decir esto que los humanos tenemos la capacidad de conseguir control casi total de lo que pensamos mientras dormidos? No exactamente. Tampoco es como que vamos a vivir algo parecido a lo que hizo Leonardo DiCaprio en Inception (Christopher Nolan, 2010).
Sin embargo, lo que conocemos como sueño lúcido se ha practicado desde la antigüedad en algunas culturas y religiones, como el budismo tibetano o el Taoísmo. Tampoco es como que el director de la película no tenía alguna referencia.
Aprovechamos para recordarte el trailer de esta gran película que cumple 13 años
¿Qué son los sueños lúcidos?
Los sueños lúcidos son instancias en las que nos damos cuenta de que estamos, de hecho, soñando.
Esto quiere decir que tener un sueño lúcido puede ser algo simple, como despertarnos a propósito porque estamos teniendo una pesadilla, hasta algo más complicado, como alterar mas o menos de forma consciente lo que pasa mientras dormimos. Así, tu imaginación da forma a la experiencia.
Este fenómeno se desarrolla durante la fase REM (Rapid Eye Movement), cuando suelen producirse los sueños. Es una fase ligera que se repite varias veces por noche y suele preceder al despertar. De ahí que a menudo podemos recordar sueños recientes que hemos tenido.
Por desgracia, no todo el mundo puede experimentar sueños lúcidos. Es un tema de conexión con el inconsciente. Hay personas que no tienen facilidad para recordar sus propios sueños, lo que significa que tendrían mayores dificultades para modificar lo que sucede en sus pensamientos en esos momentos mientras duermen.
¿Se pueden dominar? ¿cómo se practican?
A pesar de las dificultades para investigar los sueños lúcidos, un estudio del Instituto Central de Salud Mental de Mannheim (Alemania) revela que un número significativo de personas ha experimentado sueño lúcido al menos una vez. Los expertos coinciden en que los sueños lúcidos son más frecuentes en niños que en adultos.
Alcanzar un nivel de dominio que podamos ver como algo parecido a lo que sucede en Inception no es fácil. Exige determinación e intención. Una vez que una persona logra un control significativo, pasa de ser un mero observador de sus sueños a convertirse en su director.
Estar al mando de nuestros sueños ofrece múltiples beneficios. Pueden ser herramientas para acabar con las pesadillas recurrentes, resolver problemas, practicar habilidades, potenciar la creatividad o simplemente para disfrutar.
En definitiva podría decirse que lograr un sueño lúcido es también practicar un estado de conciencia que es un punto medio entre estar dormido y despierto, algo que involucra imaginación, pero en lo que incide también la personalidad de cada quien.
Hay quienes estudian el fenómeno con prácticas como estímulos lumínicos o sonoros durante el sueño. Claro que hacer esto es tener consciencia de que se intenta hacer algo diferente a descansar.
En la actualidad se está estudiando cómo influyen los sueños lúcidos en enfermedades como la esquizofrenia, en la que el lóbulo frontal está menos activo, y la lucidez puede ayudar a distinguir entre alucinaciones y realidad.
El reino de los sueños lúcidos sigue siendo objeto de exploración, y no hay que engañarse con que sí abunda literatura en línea que se inclina hacia lo esotérico. Sin embargo, con los avances tecnológicos es posible que en el futuro todos seamos expertos en manipular nuestros sueños, resolver muchos problemas o vivir nuestras fantasías más profundas.
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