Michael Zack III morirá este martes a las 6:00 pm mediante inyección letal, 27 años después de que asesinara a dos mujeres que conoció en bares del norte de Florida.
Su deceso planificado supone la culminación de una larga búsqueda de justicia para Ravonne Smith, trabajadora de un bar de la que Zack se hizo amigo, a la que atacó y finalmente asesinó en junio de 1996.
También fue declarado culpable y sentenciado por separado a cadena perpetua por asesinar a Laura Rosillo, a quien conoció en un bar.
Los crímenes de Michael Zack III
Zack se trasladó hacia Niceville en el Panhandle de Florida, donde se hizo amigo del propietario de una empresa de construcción.
Tiempo después, su amigo le ofreció vivir en su casa porque Zack dormía en una camioneta. Pero el delincuente robó dos armas y 42 dólares del domicilio de su amigo. Luego empeñó las armas.
Posteriormente conoció a Laura Rosillo en un bar, la atrajo a una playa con el pretexto de consumir drogas y la asesinó.
Luego en Pensacola, Florida, conoció a Smith. Tras consumir juntos marihuana en la playa, Smith invitó a Zack a su casa donde el hombre la violó y la apuñaló repetidamente con un cuchillo para ostras antes de huir con sus pertenencias.
Sus esfuerzos por vender los objetos robados despertaron sospechas, lo que dio lugar a su captura tras dos días de fuga.
Zack, de 54 años, admitió el asesinato de Smith, atribuyéndolo a un momento de furia provocado por un comentario de ella sobre su madre. Justificó el apuñalamiento como un acto de defensa propia, creyendo que Smith estaba buscando un arma.
Para aplazar la ejecución, los abogados defensores de Zack alegaron que su cliente era víctima del síndrome de alcoholismo fetal y de un trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos desestimó el lunes la petición de Zack de aplazar la ejecución, sin ofrecer ninguna explicación.
Esta ejecución, la octava desde que el gobernador Ron DeSantis asumió el cargo en 2019 y la sexta en lo que va de año, se produce tras una pausa entre 2020 y 2022.
DeSantis ha abogado constantemente por leyes de pena de muerte más estrictas y exhaustivas, una postura destacada en su campaña presidencial.
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