Wrexham Necaxa
Ryan Reynolds y Rob McElhenney. Foto: @RMcElhenney en X

Las celebridades de Hollywood Ryan Reynolds y Rob McElhenney, ya famosos por ser propietarios del Wrexham, ampliaron su cartera deportiva invirtiendo en el club de fútbol mexicano de primera división, el Necaxa.

Este movimiento les sitúa en una creciente liga de famosos inversores en clubes de fútbol dentro de la prestigiosa Liga MX.

Informes procedentes de Variety y ESPN revelaron este lunes que esta empresa afianza aún más a Reynolds y McElhenney en el mundo del deporte, uniéndose a otras celebridades como Eva Longoria, Mesut Özil y Kate Upton, que también adquirieron participaciones significativas en el Necaxa.

Necaxa, un club que puede ir de menos a más

Eva Longoria estuvo visible, apoyando enérgicamente al Necaxa en uno de sus últimos enfrentamientos contra el Monterrey en el Estadio Victoria. A pesar de su apoyo, el Necaxa encajó una dura derrota por 2-5, concluyendo la temporada Clausura 2024 en noveno lugar, lo que le valió un puesto en el partido de desempate contra el Querétaro, décimo clasificado.

El próximo partido con Querétaro conlleva implicaciones sustanciales para el Necaxa; una victoria le aseguraría un puesto en las siguientes rondas de playoffs, mientras que una derrota acabaría bruscamente con sus aspiraciones de eliminatoria.

Historia del Necaxa

El Necaxa cuenta con una decorosa historia dentro de la Liga MX, con siete títulos de liga y un logro internacional, la Copa de Campeones de la Concacaf en 1999. La llegada de Reynolds y McElhenney no sólo impulsa el perfil del Necaxa, sino que también sugiere posibles triunfos futuros, reflejando su éxito con el Wrexham, que vio ascensos consecutivos bajo su dirección.

Los entusiastas del fútbol y del cine son testigos de esta mezcla de gigantes, y la asociación promete no sólo un aumento de la audiencia global del Necaxa, sino también una próspera era, demostrando cómo las inversiones estratégicas de individuos de diferentes industrias pueden reforzar significativamente a los equipos deportivos de todo el mundo.

Esta atractiva sinergia entre el fútbol de élite y el encanto de Hollywood orquestada por Ryan Reynolds y Rob McElhenney no sólo cautiva a los aficionados, sino que también reconfigura el panorama de la propiedad de los clubes y su impacto más amplio, anunciando una nueva época de colaboración dinámica entre industrias.

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