La Universidad de Oklahoma se enfrentó a una reacción tras poner fin a un programa de liderazgo femenino de larga tradición, una decisión influida por una orden ejecutiva del gobernador Kevin Stitt destinada a reducir los fondos asignados a iniciativas centradas en la raza o el género, reseña KFOR.
Establecido hace más de dos décadas por el Centro de Investigación del Congreso Carl Albert, el programa había sido decisivo para animar a las estudiantes a seguir carreras políticas y otros papeles de liderazgo.
La cancelación de este programa representa un marcado alejamiento de la política, lo que ha suscitado las críticas de diversas partes interesadas, entre ellas las senadoras por el estado de Oklahoma Mary Boren y Kay Floyd. Estas senadoras, que han manifestado su desaprobación, hicieron hincapié en el papel crucial del programa a la hora de proporcionar a las mujeres las habilidades y los conocimientos necesarios para desenvolverse en el panorama político, tradicionalmente dominado por los hombres.
La senadora Boren, licenciada en Derecho por la Universidad de Oklahoma y representante del distrito que abarca la universidad, expresó su decepción y su preocupación por las implicaciones más amplias de la orden ejecutiva. Según ella, esta medida podría obstaculizar inadvertidamente un progreso significativo hacia la ayuda a las comunidades marginadas.
La senadora Floyd expresó sentimientos similares, destacando la pérdida no sólo para la universidad sino para los esfuerzos de todo el estado en la promoción de la diversidad dentro del sector público. Subrayó la importancia del programa bipartidista a la hora de equipar a numerosas mujeres jóvenes para funciones de servicio público y de fomentar innovaciones políticas encabezadas por mujeres dentro del estado.
Por el contrario, el gobernador Stitt defendió su decisión ejecutiva durante una reciente conferencia de prensa, negando cualquier orientación específica de los programas diseñados para apoyar a las mujeres en diversos campos. Reiteró que su objetivo era eliminar la financiación de programas basados únicamente en la raza o el género, con un objetivo más amplio de apoyar a una serie diversa de grupos, incluidos los estudiantes universitarios de primera generación y los veteranos, sin concentrarse en la raza o el género.
