Este Mes de la Tierra es un recordatorio de que todo está en juego en estas elecciones. También es un momento para disipar el mito de que una acción climática ambiciosa reprime el crecimiento económico.
Bajo el liderazgo del presidente Biden, hemos sido testigos de un progreso significativo: implementar la mayor inversión en acción climática y transición a energía limpia en la historia de los Estados Unidos.
El plan de energía limpia, que los demócratas aprobaron sin ningún apoyo republicano, es una legislación fundamental y el catalizador de una nueva era de creación de empleo y prosperidad económica, que beneficia particularmente a las comunidades de color.
El plan de energía limpia del presidente Biden ha ayudado a generar más de 271.000 empleos en energía limpia y el lanzamiento de más de 520 nuevos proyectos de energía limpia.
Esta monumental inversión, por un total de $352 mil millones, ha impulsado al sector de energía limpia y revitalizado la manufactura estadounidense. Pero quizás lo más importante es que ha brindado esperanza y oportunidades a las comunidades de color, que históricamente se han visto perjudicadas por la industria extractiva de los combustibles fósiles.
La lucha de los latinos contra el cambio climático
Los latinos, en particular, se beneficiarán significativamente de estos avances. Según el Informe de Empleos y Energía de 2023 del Departamento de Energía, los trabajadores latinos e hispanos representan casi el 20% de la fuerza laboral de energía limpia de los EEUU y son los trabajadores que lideran la transición a la energía solar.
El plan de energía limpia, impulsado por una fuerza laboral nueva y diversa, no solo ha impulsado el crecimiento de empleos sino que también ha contribuido a un aumento del 50% en la capacidad de energía solar estadounidense solo en el 2023.
La administración Biden entiende que los jóvenes estadounidenses, especialmente los latinos, quieren abordar la crisis climática garantizando al mismo tiempo el acceso a empleos bien remunerados.
El American Climate Corps
Es por eso que el otoño pasado, el presidente Biden anunció el American Climate Corps, una nueva iniciativa creada específicamente para capacitar a 20.000 jóvenes (con planes de triplicar esa cifra para el fin de la década) en habilidades de alta demanda para empleos en diferentes sectores, incluido la energía limpia, restauración de ecosistemas, desarrollo de resiliencia comunitaria ante condiciones climáticas extremas y justicia ambiental.
Como era de esperar, dado que el cambio climático es uno de los principales temas para los jóvenes latinos, casi el 90% de los latinos menores de 30 años apoyan el plan de energía limpia del presidente.
Los beneficios del plan de energía limpia van más allá de la creación de empleos. El reciente anuncio de subvenciones por un valor de $20.000 millones a través del Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero demuestra el compromiso de proporcionar energía limpia y asequible a todos los estadounidenses, en particular a las comunidades de bajos ingresos y de color.
Estas subvenciones financiarán las mismas organizaciones y servicios que ya trabajan con comunidades desatendidas y que comprenden las necesidades y el entorno de las personas dentro de sus comunidades.
La amenaza de una presidencia de Trump
A pesar de estos notables avances logrados por el plan de energía limpia, la amenaza de una presidencia de Trump cobra gran importancia. Con su historial de negar el cambio climático y su lealtad a las grandes petroleras, Trump plantea un grave peligro para el progreso logrado en los últimos cuatro años.
Las promesas de Trump de eliminar las acciones climáticas y, en cambio, priorizar los intereses corporativos van en contra de lo que el país necesita. Su anterior mandato, y cada comentario que ha hecho sobre la crisis climática desde entonces, muestra un drástico malentendido de lo que realmente está impulsando el progreso económico estadounidense.
No podemos darnos el lujo de dejar que nuesto impulso positivo se debilite al elegir a Trump para una segunda presidencia. Especialmente para los latinos, acabar con el proceso que hemos emprendido hacia una economía verde significará la pérdida de un sector manufacturero en crecimiento con empleos bien remunerados.
Trump evaporará miles de millones en inversiones privadas y oportunidades comerciales para los latinos, sin mencionar la inestabilidad económica y el daño irreparable a nuestro medioambiente y nuestras comunidades.
Este Día de la Tierra, volvamos a comprometernos a salvaguardar lo que hemos logrado, a luchar contra el cambio climático y a seguir trabajando por un futuro más limpio y equitativo. La elección es clara: apoyar a Biden a favor del progreso o arriesgarse a una regresión grave bajo el peligroso liderazgo de Trump.
Este artículo forma parte de la campaña Tiempo de Acción, un proyecto del diario Tiempo Latino y MEL una agencia de comunicaciones integradas, propiedad de minorías y liderada por hispanos. La iniciativa busca contribuir y favorecer la conciencia y las acciones climáticas en favor de las comunidades hispanas en EEUU.
