En un emocionante partido disputado en el lluvioso San Siro, el Inter de Milán conquistó este lunes su vigésimo título de la Serie A con una reñida victoria por 2-1 sobre su rival de la ciudad, el AC Milan.
Esta victoria histórica no sólo elevó su éxito de la temporada, sino que también les permitió añadir una prestigiosa segunda estrella a sus camisetas, símbolo de sus 20 campeonatos de liga.
El partido, lleno de ferviente rivalidad y momentos dramáticos, contó con los goles clave de Francesco Acerbi y Marcus Thuram, del Inter. Estos tantos cruciales impulsaron al Inter a una importante victoria.
Claves del partido
Aunque Fikayo Tomori, del AC Milan, marcó en los últimos minutos del partido, despertando esperanzas de remontada, la sólida actuación inicial del Inter aseguró que mantuviera la ventaja, ampliando su ventaja al frente de la tabla a 17 puntos sobre sus competidores más cercanos.
Este triunfo fue especialmente significativo para Simone Inzaghi, que celebró su primer título de la Serie A como entrenador entre los jubilosos vítores de la afición nerazzurra.
La victoria fue aún más dulce dado el marco de San Siro, estadio que comparten con el AC Milan, lo que realzó la victoria en el Derby della Madonnina, especialmente como equipo visitante designado para este partido.
Dominio del Inter sobre su rival de ciudad
El reciente dominio del Inter en el derbi, incluida una victoria en las semifinales de la Champions League de la temporada pasada y un decisivo 5-1 en liga a principios de esta temporada, preparó el terreno para esta victoria crucial.
El momento que cambió el partido se produjo a los 18 minutos, cuando Benjamin Pavard conectó un saque de esquina de Federico Dimarco que encontró a Acerbi, quien cabeceó el balón a la red. Las opciones del Milan se reavivaron brevemente tras las oportunidades falladas por el máximo goleador de la liga, Lautaro Martínez, y una parada crucial del milanista Rafael Leão.
A medida que se desarrollaba la segunda parte, Thuram aprovechó una oportunidad tras un pase largo de Alessandro Bastoni, abriéndose paso entre la defensa para marcar desde fuera del área.
La intensidad del partido alcanzó su punto más alto en los instantes finales, cuando el Milan recortó distancias, lo que condujo a un final de infarto marcado por los altercados y las tarjetas rojas mostradas al milanista Théo Hernández y al interista Denzel Dumfries, así como a Davide Calabria.
La victoria del Inter de Milán no sólo consolida su estatus de potencia de la Serie A, sino que también significa un cambio en la dinámica de poder dentro de la ciudad, ya que ostenta más títulos de liga que sus acérrimos rivales.
