Un numeroso grupo de padres y alumnos se congregó recientemente ante la oficina del superintendente del distrito escolar de North Penn, en Lansdale, Pensilvania. Esta reunión fue provocada por un incidente ocurrido en la Pennbrook Middle School, donde un violento ataque dejó a un estudiante con heridas graves, reseña 6ABC.
El altercado tuvo lugar el 17 de abril y se desarrolló en la cafetería de la escuela. Las imágenes de vigilancia revelaron una escena en la que un alumno de 7º curso utilizó una taza Stanley para infligir graves heridas en la cabeza a un compañero, que requirieron atención médica urgente, incluidas varias grapas.
Nicole Brown, madre de un alumno de Pennbrook, expresó su indignación directamente ante el despacho del superintendente, el Dr. Todd Bauer. "Quiero que el superintendente dimita", exigió, reflejando un deseo generalizado de una reforma profunda y una mayor responsabilidad en el distrito escolar.
Stephanie Palovcak, otra madre cuya hija fue testigo presencial de la agresión, criticó la aparente indiferencia de la escuela ante las advertencias previas de violencia potencial. "El consejero aseguró a esta niña: 'Estás bien. No va a pasar nada, te lo prometo'", compartió Palovcak, subrayando una preocupante falta de protección de los alumnos.
El superintendente Bauer se ha comprometido a realizar una revisión exhaustiva por parte de un tercero independiente. Sin embargo, esta promesa no ha aliviado por completo las preocupaciones de los padres. Nicole Brown planteó preguntas pertinentes sobre la financiación de la investigación: "¿Quién va a cubrir los costes? ¿Serán los contribuyentes? ¿Por qué debemos soportar la carga financiera de su supervisión?".
El distrito escolar confirmó que el superintendente Bauer entablaría conversaciones con los organizadores de la protesta. Sin embargo, para muchos, incluido Palovcak, estas medidas se quedan cortas a la hora de abordar los fallos sistémicos. "Hubo múltiples fallos, desde los altos cargos de la escuela hasta la dirección interna de Pennbrook. Nuestros hijos fueron defraudados", afirmó con rotundidad.
El alumno acusado protagonizó otro incidente agresivo durante una comparecencia ante el tribunal, al parecer intentando agredir a un ayudante del sheriff con una jarra de agua. La comunidad espera ahora nuevos acontecimientos judiciales.
