"Lo más importante no es enfocarse en el temor o la amenaza que estas tecnologías pueden implicar para nuestros puestos de trabajo, sino la importancia de cualificarse en estas nuevas tecnologías": Diego Deleersnyde, managing director de Aspen Institute Latinos and Society Program

Sobre representados en las industrias más susceptibles a ser automatizadas, y subrepresentados en el sector tecnológico que está liderando una cuarta revolución industrial: esa es la fotografía de la participación fuerza laboral latina en Estados Unidos en la era de la automatización, la Inteligencia Artificial (IA), el machine learning, y el Internet de las cosas (IoT), entre otros procesos. 

Y, en ese contexto, la población adulta latina representa el grupo demográfico con mayor riesgo de perder puestos de trabajo debido al impacto de la automatización y la digitalización, con una tasa potencial de desplazamiento laboral del 26%, según The future of work in America (2019),  de McKinsey Global Institute, un centro de investigación y análisis económico.

¿Cómo equiparar la participación? ¿Cómo estimular la incorporación de latinos en industrias donde no están presentes? Son algunas de las preguntas que están guiando las últimas investigaciones de Aspen Institute Latinos and Society Program (AILAS), una plataforma para empoderar a las comunidades latinas y promover el crecimiento económico. 

El managing director de Aspen Institute Latinos and Society Program y líder de la Iniciativa de Inclusión Digital Latina, Diego Deleersnyder, sostiene que no es tiempo de asustarse pero sí de ocuparse. El diseño de políticas públicas y la proactividad de empresas puede marcar la diferencia en el reentrenamiento de la fuerza laboral de cara a los desafíos de esta nueva era. Mucho más, cuando la población de Estados Unidos está envejeciendo y la representación latina en la fuerza laboral de los EE. UU. ha aumentado constantemente en las últimas décadas del 10% en 1998 al 18% en 2019, y se prevé que alcance el 21% para 2028.

Esta entrevista ha sido editada para claridad y extensión.

— ¿De qué hablamos cuando nos referimos a habilidades digitales y por qué son importantes para los latinos en Estados Unidos?

En primer lugar creo que está bueno arrancar con romper el mito de que las habilidades digitales implican algo súper sofisticado y que requieren un título de Ingeniero en Sistemas. En realidad, las habilidades digitales están en casi todos los empleos hoy en día. De hecho hay un estudio muy interesante del año pasado de la National Skills Coalition que analiza más de 40 millones de búsquedas laborales en los Estados Unidos en el año 2022 y encuentran, que  el 92% de las búsquedas de trabajo publicadas, requieren al menos una habilidad digital. Habilidades digitales hay de todo tipo, de distintos niveles de complejidad, desde usar un procesador de texto como Microsoft Word, hacer búsquedas online, a usar softwares más complejos y vinculados con alguna profesión en particular como el Autocad para los arquitectos. 

Hoy en día es muy difícil poder realizar nuestras actividades cotidianas completamente a espaldas de las habilidades digitales. Y si bien la comunidad latina, por ejemplo, está un poco atrás respecto a tenencia de computadoras, versus el promedio de Estados Unidos, la comunidad latina fue una pionera en la adopción de teléfonos inteligentes. Nosotros estamos muy presentes en esta tecnología en particular, y los latinos están muy cómodos con los teléfonos celulares. El problema es que el teléfono celular no siempre es la mejor plataforma para todas las necesidades digitales. Ese fue uno de los grandes hallazgos de la pandemia y lo que motivó, por ejemplo, que desde el gobierno federal se impulsara una iniciativa como el Digital Equity Act o el Broadband Equity, Access, and Deployment (BEAD) program. Son dos programas del US Department of Commerce’s National Telecommunications and Information Administration (NTIA).

— ¿Cuáles son las industrias donde la brecha digital es más amplia entre los hispanos y dónde están las áreas de mejora en la cualificación o la alfabetización digital de los hispanos?

La comunidad latina está sobre representada en algunas industrias y subrepresentada en otras. En las industrias en donde estamos sobre representados podemos hablar del sector agrícola, podemos hablar del sector del comercio, el sector de hospitality —todo lo que tiene que ver con hoteles y restaurantes—, el sector manufacturero. En el sector tecnológico —en particular— los latinos estamos muy subrepresentados. No solamente en términos de fuerza laboral, sino también en términos de los liderazgos de las industrias tecnológicas. Y esto es un problema muy grande, porque si los latinos no estamos en la mesa en donde se toman decisiones respecto de cómo la nueva tecnología va a ser, qué tipo de necesidades va a suplir, es menos probable que esa tecnología se pueda adaptar a nuestras necesidades, a nuestra visión del mundo. Es una tecnología que no fue diseñada para nosotros. Entonces la posibilidad de que tenga sesgos negativos en contra de nuestra comunidad son mayores. 

Hay dos discusiones acá: por un lado las conversaciones hasta hace unos años eran sobre cómo la automatización y robotización podrían impactar más que nada en trabajos más manuales. Pero ahora la inteligencia artificial cambia un poco este panorama porque los trabajos que están en mayor riesgo de ser reemplazados ya no son necesariamente los manuales, sino que muchos trabajos white collar, como le dicen acá en Estados Unidos. Mucho trabajo de oficina que puede ser eventualmente reemplazado por inteligencia artificial. Sin embargo, creo que para nuestra comunidad lo más importante no es enfocarse en el temor o la amenaza que estas tecnologías pueden implicar para nuestros puestos de trabajo, sino la importancia de cualificarse en estas nuevas tecnologías y tratar de utilizarlas lo máximo posible para empoderarnos. Esa tecnología está, existe, y no la vamos a hacer retroceder. Entonces, ¿de qué forma podemos utilizar esas tecnologías a nuestro favor?  ¿De qué forma, por ejemplo, un pequeño negocio latino puede utilizar inteligencia artificial para diseñar su gráfica? ¿O de qué forma el pequeño negocio latino puede utilizar las nuevas tecnologías para vender sus productos por e-commerce? Básicamente, ¿de qué forma nosotros podemos tomar estas herramientas? Porque si no las tomamos, vamos a quedarnos atrás. Y la brecha con otras comunidades va a ser cada vez mayor.  

— ¿Qué papel están jugando los sindicatos en la reducción de estas brechas digitales dentro de la comunidad hispana?

En primer lugar, muchos trabajadores confían mucho en su sindicato. Es una fuente de información muy valiosa y, segundo, el sindicato entiende muy bien la realidad de los trabajadores que representa. Que los sindicatos tomen un rol muy proactivo en la capacitación de los empleados es clave. 

Creemos que es una gran forma de instalar la discusión sobre tecnología en el ámbito de las industrias. Después, obviamente, el sector educativo es clave también: en el reporte 2022 destacamos a Austin Community College que empezó con una iniciativa de micro credenciales, como una forma más accesible de empezar a desarrollar el conocimiento vinculado a la tecnología. Ese tipo de iniciativas están desarrollándose mucho porque reducen la necesidad de optar por la educación tradicional de un título de cuatro años que sabemos que hay una barrera muy grande en términos económicos. No está disponible para todo el mundo. 

Y después otro caso que quería contar, que no está en ninguno de los reportes, pero es una organización que está haciendo trabajo muy interesante, es una organización llamada Digital Nest en California, liderada por un latino, Jacob Martínez, es una organización que está en la frontera de lo que es Silicon Valley y lo que es el Central Valley más agrícola  en el estado de California. Es una organización que nació con el objetivo de enseñarles a los hijos y a las hijas de los trabajadores agropecuarios habilidades digitales, y a la vez conectarlos con oportunidades laborales en el ecosistema de Silicon Valley. Entonces, entendiendo que Silicon Valley está creciendo, y empujando mucho a estas familias afuera de la región porque los costos de vida van incrementando, la intención acá es dotar a los hijos e hijas de esta familia de las habilidades necesarias como para beneficiarse de las actividades económicas que están creciendo en esa región. Y lo que tiene de interesante es que no solamente proveen la capacitación, sino que después también generan la oportunidad de pasantías pagas al interior de la organización para que los estudiantes que han desarrollado sus habilidades digitales puedan ponerlas en práctica. 

— ¿Qué se está perdiendo en el mercado laboral cuando no se profundizan estrategias para reducir la brecha digital, especialmente en el grupo etario de mayores de 60 años? 

Las personas de ese grupo etario tienen mucha experiencia que sería una pena que se perdieran en esas industrias. De hecho, sabemos de una empresa del sector de la construcción que justamente nos contaba cómo desde la empresa estaban tratando de estimular que haya mejor articulación entre los trabajadores jóvenes y los de mayor edad de la compañía. 

También va más allá de la cuestión laboral. Hoy en día tener acceso a Internet, tener un dispositivo digital actualizado en tu casa, y saber utilizarlo de forma adecuada, puede ser la diferencia entre acceder o no a un montón de servicios, incluyendo servicio de salud, sobre todo en lugares en donde el acceso físico está muy dificultado, en donde el transporte público no está muy desarrollado. 

Lo mismo con el acceso a servicios financieros. Hoy en día,  para muchos, no es necesario ya ir en persona al banco para  trámites o hacer pagos, se puede hacer todo de la comodidad de tu casa con Home Banking o con una aplicación en el celular, sin embargo, si no tienes acceso a Internet o no tienes acceso a las habilidades para hacer esos trámites de forma remota, no es una oportunidad de mejorar tu calidad de vida. Para las personas también de más edad, en la medida en que las cuestiones físicas empiezan a ser un impedimento, tener acceso a habilidades digitales puede abrir una oportunidad de ingresos adicionales desde la comodidad del hogar. Pero obviamente necesita buen servicio Internet, a buenas velocidades, y necesita las habilidades digitales que permitan desarrollar este trabajo.

— Desde su rol en el Aspen Institute, trabajando para la inclusión digital de la comunidad latina, ¿qué evaluación hace de la implementación del Digital Equity Act? 

El tema es que es un proceso súper largo. Porque la ley, sí, fue aprobada. El financiamiento del Digital Equity Act viene del Bipartisan Infrastructure Act. Pero todavía no se implementó en el siguiente sentido. El Digital Equity Act ofrece 2,75 mil millones de dólares para cerrar la brecha digital. Es más para programas de habilidades digitales o acceso a computadoras, para todo lo que tenga que ver con complementar la infraestructura del Internet.  El tema es que la forma en que el gobierno federal encargó su proceso es delegando mucho en los estados. Entonces, básicamente en los últimos dos años, hubo todo un proceso en donde el US Department of Commerce’s National Telecommunications and Information Administration (NTIA), la entidad federal encargado de administrar ese programa, le dio 60 millones de dólares a los estados y territorios para que empiecen a armar sus planes de equidad digital. Este fue un proceso que recién ahora está terminando. Recién ahora los estados están recibiendo aprobación del US Department of Commerce 's National Telecommunications and Information Administration (NTIA),  de los planes que mandaron a finales del año pasado. Ahora empieza todo un período de cinco años de implementación. Del dinero que queda de esos 2.75 mil millones de dólares, la mitad se va a transferir ahora a los estados para que implementen sus planes y la otra mitad la va a administrar el NTIA para grants del gobierno federal de forma directa. Entonces ahí, gobiernos locales, universidades, nonprofit, pueden aplicar de forma directa a esos grants desde el gobierno federal. 

Lo que hay ahora son planes para cada Estado. Lo cual es súper interesante, porque básicamente había estados que ya habían estado haciendo ejercicios de pensar de qué forma cerrar la brecha digital y crear planes en torno a eso, por ejemplo California ya tenía un plan antes de que surgiera esta iniciativa del gobierno federal. Pero hay Estados que no lo tenían de forma explícita y esto los obligó a pensar de forma más sistemática los distintos elementos que juegan a la hora de asegurarse de que todos tus habitantes puedan acceder a oportunidades digitales. Con lo cual, las consecuencias sobre impacto lo vamos a empezar a ver en los próximos cinco años. 

— ¿Hay algo que puedan hacerlo los ciudadanos o las comunidades organizadas para hacer contraloría de estos recursos?

La ley requiere que los estados involucren a sus comunidades en el proceso de planificación. De hecho era uno de los requisitos para que puedan ser aprobados estos planes. Y el Digital Equity Act básicamente identifica ocho comunidades prioritarias al interior de cada Estado, que son comunidades que tradicionalmente han estado más relegadas en el acceso digital. Y hay unas cuantas de esas comunidades que aplican a la comunidad latina en particular porque se habla de minorías raciales y étnicas, que implicaría la comunidad latina. Se habla de comunidades con barreras idiomáticas, que aplica a ciertos segmento de la comunidad latina que no maneja de forma cómoda con el inglés. Se habla también de comunidades rurales.  Se habla de la comunidad de la tercera edad, los mayores de 60 años es una comunidad que está específicamente priorizada por los recursos del Digital Equity Act.  Entonces básicamente en todos estos planes de los 50 estados en cada uno de ellos vas a ver en mayor o menor medida una mención explícita de la comunidad de la tercera edad como un segmento prioritario. Básicamente hay un mandato del gobierno federal hacia los estados de que estas comunidades tienen que estar muy presentes en los planes y que se tiene que pensar de forma muy explícita de qué forma asegurar que los recursos lleguen a esta comunidad también entendiendo que tienen necesidades diferentes.

— ¿Qué hay que subrayar para entender la relevancia de cerrar la brecha digital en Estados Unidos dentro de la comunidad latina?

A nosotros nos gusta mucho hacer énfasis en algunas estadísticas oficiales  que lo ilustran muy bien.  El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos estima que entre 2020 y 2030, el 78% de los nuevos trabajadores netos van a ser latinos. ¿Qué significa esto? Que básicamente si uno considera los trabajadores que salen del mercado laboral porque se retiran, y los trabajadores que ingresan a método laboral porque son nuevos adultos, la enorme mayoría de los que ingresan al mercado laboral son latinos. O mejor dicho,  porque en la comunidad Latina son tan pocos los que se retiran —porque somos una comunidad tan joven— nuestro balance es muy positivo respecto de la cantidad de latinos que entran versus las que salen al mercado laboral. En otras comunidades esa relación es al revés porque son comunidades más envejecidas.

Esto implica que la importancia del trabajador latino en el mercado laboral estadounidense no va a parar de crecer en los próximos años, y que cualquier tipo de limitación que el trabajador latino tenga en términos de acceso a saberes habilidades o tecnologías va a terminar impactando la competitividad económica de muchas industrias de los Estados Unidos. Nosotros siempre decimos que invertir en el trabajador latino, invertir en el pequeño comerciante latino, no solamente es the right thing to do,  lo que está bien hacer, sino lo que es bueno para los Estados Unidos. La economía de los Estados Unidos va a estar va a estar mejor, si la comunidad latina está mejor.  Así que ese es nuestro mensaje. Es una comunidad que por su tamaño ya es imposible de ignorar, y que en la medida en que la comunidad latina se vea limitada en su expansión económica va a terminar limitando la expansión económica de los Estados Unidos como un todo. 

Este artículo fue escrito con el apoyo de una beca de periodismo de The Gerontological Society of America, The Journalists Network on Generations y The Silver Century Foundation.

últimas noticias


Sucesos

El caso de Hickman's Family Farms

MS-13: "Te unís o te morís"


Política

La representante Tricia Cotham deja el Partido Demócrata para unirse al Republicano


Nacional

En Florida preparan ley contra los periodistas y medios de comunicación

Periodista especializada en la cobertura de temas migratorios, laborales y violación de derechos humanos.