Fotografía que muestra la avenida 9 de Julio y el obelisco este jueves en Buenos Aires. La calma es la norma general con que Argentina vive desde las 0 horas de este jueves el comienzo de una huelga general de 24 horas, la segunda bajo el mandato del ultraliberal Javier Milei como presidente del país. EFE/Juan Ignacio Roncoroni

Las principales centrales sindicales argentinas -la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA)- realizaron hoy la segunda huelga nacional contra el gobierno del presidente Javier Milei, quien asumió hace apenas cinco meses.

La medida de fuerza, que incluyó paros en el transporte (trenes, metro y buses) afectó significativamente todas las actividades del país con una notable adhesión. La huelga, que terminará este jueves a las 11:59 de la noche, llevó a la paralización de servicios esenciales y comercios.

Cómo se vivió la huelga contra Javier Milei

La postales durante el día fueron testigos de la contundencia de la huelga, en las que se vieron las calles notablemente desiertas y muchas oficinas gubernamentales sin empleado. Las instituciones educativas, las entidades bancarias, los establecimientos comerciales y muchos restaurantes también cerraron sus puertas.

Además, la huelga incluyó suspender los vuelos y restringir el transporte público casi en su totalidad. Solo se mantuvo la atención de emergencias en hospitales.

El llamado a huelga bajo el eslogan "la patria no se vende" responde a una serie de protestas contra la política de ajuste del Gobierno, específicamente contra una reforma laboral que se debate en el Congreso que, según los sindicatos, aumentaría la precariedad laboral en un contexto de agudización de la crisis económica.

La crisis provocada por el gobierno de Javier Milei provocó un incremento en la tasa de pobreza, alcanzando más del 50%, mientras que los salarios ya perdieron un 17% de su poder adquisitivo. Además, previo al paro se registró una caída del 21,2% en la industria y del 42,2% en la construcción.

Los líderes sindicales interpretado la alta adhesión al paro como una señal de desaprobación hacia las políticas del presidente Milei. Héctor Daer, líder del sindicato de Sanidad y co-secretario general de la CGT, enfatizó en una rueda de prensa la contundencia de esta acción y la necesidad de que el Gobierno reconsidere su enfoque económico.

Por su parte, Pablo Moyano, otro referente sindical, señaló que el descontento y la conflictividad social están en aumento.

Qué dijo el gobierno argentino

Desde el gobierno, diferentes voces criticado el paro. El ministro de Economía Luis Caputo expresó su solidaridad con quienes no pudieron trabajar debido a la huelga y el presidente Milei, a través de publicaciones, cuestionó las intenciones detrás de la medida.

Además, se advirtió que a los empleados estatales que participaran en la huelga se les descontaría el día de salario.

Representantes de los trabajadores advierten que si no hay respuestas a sus demandas podrían convocar a una siguiente huelga, más extensa, de 36 horas, lo que augura un escenario de mayor tensión entre el Gobierno y los sindicatos en el futuro próximo.

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