En la muy esperada secuela de la serie MonsterVerse, "Godzilla x Kong: El nuevo imperio", Kaylee Hottle retoma su papel de Jia Andrews, poniendo de relieve la representación de la comunidad sorda en las películas convencionales.
Kaylee Hottle es una actriz sorda, en cuya historia familiar esta diversidad funcional está presente. Su padre y tres generaciones anteriores tienen esa condición.
Al asumir el papel de Jia Andrews, un personaje que no pueda oír, y que forma un vínculo único con el legendario King Kong, Hottle se ha convertido en un símbolo para las personas que son como ella.
La talentosa actriz manifestó sus esperanzas de mejorar la representación de los sordos en Hollywood.
"Es increíble ver a un personaje sordo como Jia en la gran pantalla", declaró Hottle a Digital Spy, compartiendo su deseo de que el papel inspire a la comunidad sorda y les anime a reconocer su potencial de grandeza.
La película se prepara para su estreno en cines el 29 de marzo.
Hottle profundiza en la conexión entre Jia y Kong, tocando temas de pertenencia y comprensión mutua. A pesar de proceder de mundos diferentes, el dúo descubre un anhelo compartido por un lugar al que puedan llamar hogar.
"Jia, que creció sola, encuentra un amigo en King Kong", explica Hottle, subrayando el extraordinario vínculo que se desarrolla entre ellos. Esta relación ayuda a ambos personajes en su viaje para encontrar el lugar al que realmente pertenecen.
Con los rumores de una tercera entrega del MonsterVerse, Hottle expresó su voluntad de seguir explorando la narrativa de Jia. También compartió sus impresiones sobre su creciente comodidad con las exigencias tecnológicas del cine, como trabajar con pantallas verdes esenciales para dar vida al vasto mundo de Kong.
"Al principio, la tecnología era abrumadora", confesó, señalando una experiencia más suave durante el rodaje de "El nuevo imperio".
Con Hottle a la cabeza, "Godzilla x Kong: El nuevo imperio" se erige como una referencia de de inclusividad y empoderamiento en la gran pantalla.
El compromiso de Hottle con su papel marca un momento significativo en la evolución de la narrativa del cine, donde la diversidad y la inclusión no son meros objetivos, sino realidades alcanzadas.
