A primera hora de la mañana del lunes, a lo largo del río Patapsco, se prepara una operación para retirar el carguero Dali, inmovilizado tras una colisión con el puente Francis Scott Key de Baltimore, reseña WTOP.
Esta operación de reflotamiento por parte de las tripulaciones en marea alta es crucial para la reapertura de las actividades del puerto de Baltimore.
Programada para iniciarse exactamente a las 5:30 de la mañana, la operación consistirá en izar el Dalí y remolcarlo unas dos millas y media hasta la terminal marítima de Seagirt. Con la ayuda de hasta cinco remolcadores, esta maniobra de tres horas pretende liberar al buque de su estancamiento de ocho semanas, que comenzó con un grave percance el 26 de marzo, con el resultado de seis muertos e importantes daños en el puente.
Las recientes complicaciones de la operación exigieron detonaciones controladas para retirar gran parte del puente enredado con la proa del buque. Bajo la dirección del Mando Unido, esta medida se llevó a cabo cuidadosamente para facilitar la extracción del buque. El día anterior, los equipos se ocuparon de descargar un gran volumen de agua utilizada para estabilizar el Dali durante la operación de salvamento.
A medida que se acerca la extracción del Dalí, el gobernador de Maryland, Wes Moore, se muestra optimista sobre el pronto restablecimiento de las operaciones normales en el puerto, un centro vital para las industrias azucarera y automovilística. En declaraciones al programa "Meet the Press" de la NBC, Moore anticipó la reapertura del canal federal afectado para finales de mes, lo que facilitará el retorno del flujo de tráfico para los más de 30.000 viajeros diarios afectados por el cierre del puente.
Este incidente ha desencadenado varias investigaciones dirigidas por diversos organismos, entre ellos el FBI y los guardacostas estadounidenses. Los informes iniciales de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte sugirieron fallos eléctricos y errores de la tripulación como factores que contribuyeron a este catastrófico suceso, subrayando una serie de retos que ahora se están examinando a fondo.
En el plano humanitario, la difícil situación de los 20 tripulantes indios y uno de Sri Lanka del Dali ha suscitado serias preocupaciones. Abandonados a bordo desde el accidente y con los visados caducados, esperan ansiosamente instrucciones para su repatriación, mientras que su aislamiento se ha intensificado debido a la confiscación de sus dispositivos de comunicación en medio de las investigaciones en curso.
