El interés de Donald Trump en el senador de Arkansas refleja un deseo de elegir un compañero de fórmula con experiencia y la capacidad de llevar a cabo una campaña disciplinada.
El senador Tom Cotton de Arkansas ha surgido inesperadamente como un fuerte contendiente para convertirse en el compañero de fórmula de Donald J. Trump, una señal de que el expresidente está considerando seriamente la experiencia y la capacidad de llevar a cabo una campaña disciplinada por encima de otros factores.
El ascenso de Cotton se produce mientras las principales opciones de vicepresidente de Trump se han ido perfilando cada vez más, según tres personas con conocimiento directo del pensamiento de Trump que insistieron en el anonimato para discutir reuniones privadas.
Estas personas dijeron que los otros favoritos actuales de Trump son el gobernador Doug Burgum, de Dakota del Norte, y tres de los colegas de Cotton en el Senado: Marco Rubio, de Florida, Tim Scott, de Carolina del Sur, y J.D. Vance, de Ohio. El expresidente también ha discutido a estos cinco hombres republicanos como posibles candidatos para puestos en su administración si lograra desbancar al presidente Biden en noviembre.
Aun así, las personas cercanas a Trump advirtieron que sus preferencias para vicepresidente podrían cambiar. El expresidente se negó a revelar sus principales candidatos en una entrevista el jueves con News 12, pero mencionó a Rubio y Vance, así como a Ben Carson, el exsecretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, y a la representante Elise Stefanik, de Nueva York, como ejemplos de personas "que harían un trabajo realmente fantástico".
Pero su lista actual de los cinco principales refleja el deseo de Trump de elegir un compañero de fórmula que conlleve relativamente poco riesgo de crear distracciones no deseadas para una campaña presidencial que ya enfrenta múltiples amenazas legales.
El interés de Trump en Cotton, quien ganó un segundo mandato en el Senado en 2020, refleja esta mentalidad de no hacer daño.
El expresidente ha dicho en privado que ve a Cotton como un comunicador confiable y efectivo en entrevistas de noticias por cable. Trump también ha elogiado el servicio militar de Cotton, que incluyó despliegues en Irak y Afganistán, y el hecho de que es un compañero graduado de la Ivy League. Trump asistió a la Universidad de Pensilvania y Cotton asistió a Harvard, donde obtuvo títulos de derecho.
Una portavoz de Cotton declinó hacer comentarios. Cuando se le preguntó sobre servir en una segunda administración de Trump, el senador ha dicho que sus discusiones con el expresidente se han centrado en cómo ganar un segundo mandato.
"Sospecho que solo Donald Trump sabe quién está realmente en su lista corta", dijo Cotton el lunes en Fox News. "Cuando hablamos, hablamos sobre lo que se necesitará para ganar esta elección en noviembre: para elegir a Trump para otro mandato en la Casa Blanca y elegir un Congreso republicano, para que podamos comenzar a reparar el daño que la presidencia de Joe Biden ha infligido a este país".
Por supuesto, Trump puede ser impredecible.
Una persona cercana a él dijo que el expresidente no había indicado un favorito particular ni mostrado un interés desmedido en nadie de su nivel superior. Eso podría sugerir un deseo de Trump de jugar sus cartas cerca de su pecho, pero también podría señalar una apertura para que otro contendiente se acerque y asegure el segundo puesto en la boleta.
Trump parece no tener prisa por tomar su decisión. En una entrevista a principios de este mes con Fox6 News Milwaukee, dijo que probablemente tomaría su decisión más cerca de la Convención Nacional Republicana, programada para comenzar el 15 de julio.
"Voy a elegir, pero probablemente no mucho antes de la convención", dijo Trump.
Cotton ha sido considerado durante mucho tiempo como una de las estrellas en ascenso del partido, una ambición que podría perjudicar sus posibilidades con Trump, quien ha socavado a aliados en el pasado cuando los percibió como intrusos en su protagonismo.
Cotton también votó para certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, un movimiento que contradecía la insistencia de Trump de que la elección fue robada.
Pero Rubio y Scott también votaron para certificar los resultados, y Burgum ha dicho que el exvicepresidente Mike Pence hizo lo correcto al resistir la presión de Trump para intentar revertir los resultados.
Aun así, Trump ha hablado bien de Cotton durante años. Después de ganar la Casa Blanca en 2016, Trump consideró al senador para un puesto en su administración, y los dos hombres fomentaron una relación cercana durante su tiempo en Washington. Trabajaron estrechamente en temas de inmigración y compartieron una afinidad por el populismo conservador que impulsa al Partido Republicano.
En respuesta a preguntas sobre las perspectivas de Cotton como vicepresidente, Brian Hughes, un asesor principal de Trump, ofreció una declaración que la campaña ha proporcionado repetidamente a los reporteros: "Solo el presidente Trump decidirá si un contendiente para vicepresidente está dentro o fuera, y cualquiera que afirme saber a quién elegirá está mintiendo".
La presencia de Cotton en una boleta presidencial podría ayudar a tranquilizar a los republicanos en el ala tradicional menguante del partido, particularmente a los halcones de política exterior.
Muchos de estos republicanos siguen indecisos sobre un segundo mandato para Trump y podrían sentirse desanimados por la selección de un lealista MAGA sin experiencia.
Pero Cotton parece ofrecer un beneficio político limitado para la boleta, representando a un estado que vota de manera confiable por los republicanos en las contiendas presidenciales.
También podría conllevar algunos riesgos. Su respaldo pasado a una prohibición nacional de abortos después de las 20 semanas de embarazo podría perjudicar el atractivo de la boleta para los votantes moderados. Y su apoyo al impulso de Trump para desplegar tropas contra los manifestantes en 2020 podría motivar a los votantes liberales que siguen sin entusiasmo por Biden, pero que están indignados por las inclinaciones autoritarias del expresidente, a votar por el titular.
Michael C. Bender - The New York Times.
Puedes leer el artículo original aquí.
