Luego de que en El Paso, Texas, se registrara un tiroteo masivo que ocasionó la muerte de 22 personas, 19 de ellas de origen hispano, una cantidad de personas acudió el fin de semana a clases para obtener la certificación que permite portar arma oculta en el estado fronterizo con México.
Michael McIntyre, gerente general de Gun Central, una de las tiendas de armas más grandes de El Paso y el anfitrión de la clase, dijo que su tienda alcanzó el doble del número habitual de ventas en la semana posterior al ataque, algo que no había sucedido después de otros tiroteos masivos en Texas.
Una mujer de 35 años, identificada como Guadalupe Segovia, relató que su esposo, quien era militar, había insistido para que obtuviera el porte de arma oculto, el cual permite que lleve el arma sin que terceros lo sepan.
La mayoría de las ventas fueron de pistolas, que se pueden atar a un tobillo o al hombro, debajo de la ropa.
Según Mclntyre, al menos 100 personas asistieron a las clases de sábado y domingo, lo que llama la atención, pues normalmente asistían siete participantes.
